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Planificar la jubilación adecuadamente es más que nunca una necesidad. Complementar la pensión pública y mantener el nivel de vida en el futuro se ha convertido en una prioridad. No hay excusa para evitar planificar cómo debe ser el ahorro para cubrir la etapa vital tras el fin de la vida profesional.
¿Cómo elegir el mejor plan de pensiones para ti?
Para saber elegir el plan de pensiones adecuado hay que tener en cuenta algunas variables.
Son las siguientes:
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Horizonte temporal
Cuanto antes se empiece a ahorrar, mejor. Instrumentos como los planes de pensiones son una buena solución. Hay opciones, asimismo, que se adaptan a la edad con la que comencemos a ahorrar, sea cual sea.
La pregunta que uno debe hacerse es: ¿a qué distancia estoy de la jubilación? En función de la respuesta es posible asumir más o menos riesgo, como veremos más adelante. Es importante recordar que un riesgo mayor también supone mayores probabilidades de obtener mejores rentabilidades. Para ello es fundamental definir el horizonte temporal hasta el momento de la jubilación. Si sabemos cuál será, es más sencillo establecer una estrategia de ahorro a largo plazo adecuada.
Con el horizonte temporal definido, es decir, el tiempo disponible para ahorrar hasta alcanzar la fecha objetivo, la elección del resto de factores es más sencilla. Hay que tener en cuenta que el número de años en nuestro horizonte temporal es directamente proporcional a la cantidad de ahorro final que podemos obtener e inversamente proporcional al esfuerzo de ahorro que deberemos hacer cada mes para conseguirlo. Dicho en otras palabras, cuanto antes empecemos a ahorrar, menos tendremos que aportar periódicamente para alcanzar nuestro objetivo de capital acumulado y más capacidad tendremos de generar intereses.
Gestión
Siempre hay que estar atentos a la marcha de las inversiones en las que están los ahorros. Elegir un plan de pensiones en base a unos criterios racionales está bien, pero no es una decisión permanente. Las condiciones de los mercados pueden cambiar; podemos decidir en base a la edad, por ejemplo, que es momento de hacer inversiones más conservadoras… Conviene, en resumen, gestionar.
Sin embargo, si nos supone un engorro, también existen planes que no requieren gestión activa y que van acomodando las inversiones en base a criterios de riesgo. Algunos, por ejemplo, van aminorando la presencia en renta variable (que suele dar mayor rentabilidad a cambio de asumir más riesgo) según la edad del beneficiario.
“La gestión óptima es aquella que encuentra el equilibrio entre crecimiento y estabilidad”, explica Albert Sabat, Jefe del Departamento de Gestión de Carteras FFPP de VidaCaixa. ¿Cómo se consigue? La renta variable es la mejor forma de conseguir crecimiento pero está sometida a la volatilidad de los mercados y la renta fija aporta estabilidad pero menos rendimiento. Sabiendo esto, debemos tener en cuenta dos cosas: el perfil de riesgo que hemos decidido adoptar en función de nuestro horizonte temporal y el hecho de que permanecer en el mercado es una cuestión esencial.
“Las turbulencias del mercado pueden generar dudas en los inversores con respecto a la renta variable. Sin embargo, es importante aclarar que históricamente las bolsas se han recuperado en el 100% de los casos y que precisamente estos episodios de volatilidad acaban por generar beneficios a los inversores en el medio plazo”, explica. “Aunque parezca arriesgado, cuando nuestro objetivo es el ahorro a largo plazo, la decisión más racional ante una tendencia bajista es mantener la inversión. Si retiramos el dinero cuando el mercado está cayendo y no volvemos a entrar en el momento oportuno, se pierden los beneficios que se podrían obtener cuando el mercado se recupere”, argumenta.
Según añade Sabat, dada la complejidad de predecir cuál es exactamente el mejor momento para reinvertir tras haber salido, lo más probable es que perdamos dinero. “Si dejamos las emociones a un lado y mantenemos firme la inversión a largo plazo, evitaremos esta situación”, recuerda. Por encima de las caídas puntuales, mantener una decisión consistente de la inversión permitirá alcanzar el objetivo final. Es importante no perder de vista que el objetivo está en el largo plazo. Del mismo modo lo explica Eduardo Martínez de Aragón, Subdirector General de Inversiones de VidaCaixa: “En los momentos de incertidumbre en los que aparecen turbulencias en los mercados hay que mantener la calma y pensar que invertimos a largo plazo. Si vendemos en los momentos malos y pensamos que vamos a ser capaces de volver a entrar en el mercado cuando hayan bajado, nos daremos cuenta de que es todo lo contrario. Entraremos cuando ya es tarde y nos habremos perdido una de las subidas importantes”.
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Por su parte, Sabat recuerda además que el ahorro para la jubilación debe seguir una estrategia diversificada, con el objetivo de reducir el riesgo de nuestras inversiones. “De esta forma, la cartera de inversión se comportará mejor ante episodios de volatilidad en los mercados financieros”. Y, por último, lo más importante es dejarse asesorar por los expertos. Ellos son quienes tienen la experiencia y los conocimientos para sacar el mejor partido a nuestro ahorro.
Riesgo
El perfil de riesgo determina la exposición a renta variable que tiene la cartera en la que se invierten los ahorros. Existen perfiles más conservadores, con mayor foco en la renta fija, o perfiles más agresivos, con una exposición más elevada en renta variable. La pregunta que muchos se hacen es qué perfil de riesgo se adecua a las necesidades de cada uno. Sabat arroja luz sobre esta cuestión. “En el momento de implementar un buen plan de ahorro óptimo, lo más importante es tomar decisiones racionales. Si nuestro horizonte temporal hasta la jubilación es amplio y aún nos quedan muchos años para jubilarnos, la decisión más racional es beneficiarnos del crecimiento que la renta variable puede traer a nuestros ahorros, teniendo la ventaja de que el largo plazo nos permitirá amortiguar la volatilidad”, explica.
Es lógico deducir que cuánto más lejos esté la jubilación, más proporción de renta variable podemos asumir para alcanzar un objetivo de crecimiento. “A medida que nos acerquemos a la fecha de jubilación, conviene adoptar un perfil más conservador, ya que nuestro objetivo pasa a ser el de la estabilidad. Por lo tanto, deberíamos reducir nuestra exposición a renta variable y potenciar la renta fija”, añade.
Los planes de pensiones pueden ser de distintos tipos, en función de su cartera de inversión:
- Renta variable: invierten el 100% en renta variable en los diferentes mercados nacionales e internacionales. Para un perfil de inversor activo y arriesgado.
- Renta fija: Estos planes de pensiones invierten en mercados monetarios de renta fija, de forma que ofrecen una rentabilidad estable a los ahorros a medio y corto plazo. Planes de pensiones ideales para aquel perfil de inversor que se acerca ya a la edad de jubilación o que busca una rentabilidad estable.
- Inversión mixta: combinan la inversión conservadora de la renta fija y las expectativas de la renta variable, para suavizar las oscilaciones en bolsa sin olvidar una buena rentabilidad. Son los planes de pensiones recomendados para perfiles de entre 40 y 50 años, con un mayor o menor porcentaje de renta variable según que el horizonte de jubilación sea más lejano o más cercano.
Rentabilidades
Importan, y mucho. Por eso hay que pararse a mirar y hacerlo bien. La rentabilidad de un plan de pensiones se intuye en base a cuestiones que sí sabemos que son ciertas. Pero las vicisitudes del mercado nos pueden llevar a desengaños, sobre todo si en lo que nos fijamos es en rentabilidades pasadas del producto que contratamos. Hay que tener en cuenta siempre que son una guía, pero que no garantizan que se vayan a repetir (y eso vale tanto para los buenos registros como para los malos).
Sin embargo, hay pautas que conocemos. Una inversión a largo plazo con mayor riesgo nos puede dar una buena rentabilidad futura. Una inversión más conservadora nos garantiza más el capital invertido, pero no tanta rentabilidad.
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En todo caso conviene preguntarse: ¿cuál es la rentabilidad real del plan que contratamos? Aquí, además de lo comentado, debemos tener en cuenta las comisiones que se aplican y los beneficios fiscales que existen. Lo uno y lo otro pueden inclinar la balanza hacia el lado que no esperábamos.
En resumen: edad a la que se empieza a invertir, iniciativa en la gestión, aversión o no al riesgo, vencimientos y rentabilidad son los rasgos en los que debemos fijarnos a la hora de contratar un plan de pensiones adecuado.
Nivel de asesoramiento
Carteras con Objetivo de Acumulación para no preocuparse de nada
Las carteras objetivo, como son los Planes Destino de VidaCaixa, son carteras de previsión que nos permiten planificar nuestra jubilación. Están orientadas a generar rentas futuras ante el previsible descenso de la capacidad adquisitiva que se produce al finalizar la etapa laboral.
¿Qué tienen de particular? El ahorro se invierte en un fondo con una distribución de activos dinámica. Es decir, se diseña un itinerario de inversión óptimo que va cambiando para adaptarse al perfil de riesgo más racional según el horizonte temporal. “Contar con este plan es como tomar un avión. Al empezar, se traza un itinerario, llamado glide path, que optimiza el tiempo hasta el destino buscando el máximo crecimiento al inicio, con más exposición a renta variable, y después gana estabilidad con más renta fija a medida que nos acercamos a la jubilación. Permite invertir en renta variable llevando el piloto automático y con la seguridad de que se alcanzará el objetivo”.
La gestión es compleja y requiere de un gestor especializado, ya que se trata de una inversión muy diversificada y que va cambiando a lo largo del tiempo. De esta manera, el tomador del seguro no tiene que preocuparse de nada más que de ahorrar. “Para conseguir todas sus ventajas lo más importante es confiar totalmente en la experiencia de un gestor cualificado y mantenerse en el mercado”, añade Sabat.
https://www.youtube.com/watch?v=839N5T7psyc
Gestión activa de los planes de pensión de la entidad gestora
Los planes mixtos combinan la renta fija con la renta variable. Existen diferentes carteras preestablecidas a las que cada inversor puede acogerse en función de su perfil de riesgo. La gestora del fondo, en base a su experiencia, infrapondera o sobrepondera los activos de renta variable para conseguir el máximo rendimiento. De esta manera, con este plan escogeremos un nivel de asesoramiento medio, puesto que los planes mixtos se basan en nuestra confianza en la decisión estratégica de la gestora del fondo pero requieren una gestión activa. Por lo tanto, también en este caso es aconsejable recurrir a gestores reputados, que van moldeando la exposición en base a su experiencia y trayectoria.
Inversión en planes de pensión indexados
Los inversores más avezados pueden elegir crearse un plan a medida en base a planes indexados, es decir, planes basados en índices bursátiles o índices sectoriales y de renta fija. En esta modalidad de planes es posible escoger entre renta fija (mercados monetarios, bonos, etc.) o variable (índices internacionales, bolsas emergentes, etc.), pero su principal característica es que podemos configurar al 100% la cartera en la que decidimos invertir nuestro ahorro. Requiere, por lo tanto, una gestión muy activa y un profundo conocimiento de los mercados por nuestra parte. VidaCaixa ofrece una amplia gama de productos temáticos, tanto en activos de renta fija como de renta variable.