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La etapa estudiantil es crucial para la vida adulta de muchas personas. Se trata del primer paso hacia la madurez y la independencia económica. Aunque estudiar puede ser caro, e incluso muchos estudiantes tienden a endeudarse, te traemos un post lleno de consejos para ahorrar y aprender a hacerlo de la manera correcta, especialmente reduciendo gastos.
Es el mejor momento para comenzar a administrar los recursos, y para, quizá, adentrarse en el mundo laboral con algún empleo a tiempo parcial o de fin de semana. ¿Preparado para saber cómo ahorrar siendo estudiante? ¡Vamos allá!
Consejos para ahorrar dinero si eres estudiante
Gastos de matrícula, libros de texto, material, alquiler si estudias en una ciudad nueva, transporte… Es normal que te preguntes cómo ahorrar si eres estudiante, y es que llegar a fin de mes no es nada evidente si no contamos con unos ingresos fijos suficientes.
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Reduce tus gastos diarios
Sí, es posible reducir tus gastos del día a día mientras estudias. Desde luego que la comida es esencial, pero lo que no lo es es pedir comida a domicilio tres veces a la semana o salir a cenar a menudo. No se trata de vivir en austeridad, se trata de saber administrarse de manera correcta.
Para hacerlo, crea un menú semanal: así, solo comprarás lo necesario en el supermercado, podrás comparar precios para dar con las mejores ofertas y comerás más saludable.
En cuanto al ocio, sé prudente y no te gastes todos los ahorros en salir de cervezas, ¡también se pueden hacer planes en casa!
Cuidado con las compras
Aunque trates de ser ahorrador y reduzcas tus gastos, inevitablemente como estudiante necesitarás ciertas cosas como libros, ordenador, teléfono móvil… Y por supuesto otros objetos esenciales del día a día como la ropa o los muebles.
Compra inteligente: busca ofertas, mira en plataformas de compra venta de segunda mano, trata de reparar los objetos que se rompan en lugar de reemplazarlos…
En el caso de la ropa, los libros o los muebles, búscalos de segunda mano, además, cuando ya no los necesites, los podrás vender de nuevo. Pero la mejor forma de ahorrar siendo estudiante es cuidando lo que ya tienes: el ordenador y el móvil son ejemplos perfectos. Trata de mantenerlos en buen estado, y en lugar de reemplazarlos en cuanto se estropeen o tengan algún fallo, piensa en repararlos. Te ahorrarás una buena cantidad de dinero y cuidarás el medio ambiente.
Busca un empleo
Estudiar y trabajar sí es compatible si hay organización. Prioriza siempre tus estudios, pero si lo ves viable, busca un empleo sencillo de fin de semana o a tiempo parcial. Esta primera incursión en el mundo laboral te permitirá aprender a ahorrar siendo estudiante.
De camarero, dando clases particulares, vendiendo tus apuntes en plataformas como Wuola,de repartidor a domicilio, de dependiente en una tienda o supermercado, de canguro…
El transporte
Aparte de en el piso, si estudiamos fuera de nuestra ciudad, en el transporte también se nos puede ir una buena cantidad de dinero. El mejor consejo para ahorrar en esto es el de vivir cerca de donde estudies, al fin y al cabo, será un lugar que visites todos los días.
Pero esto no es siempre posible, por lo que ten en cuenta las opciones más económicas de desplazarte por la ciudad: el transporte público o el transporte colaborativo. Comprar y mantener un coche requiere de mucho dinero todos los meses (seguro, parking, gasolina…), por lo que intenta prescindir de ello. Para sustituirlo, adquiere un bono de transporte público para moverte por la ciudad, que normalmente cuentan con descuentos para estudiantes o menores de 30 años, y utiliza alguna aplicación (como blablacar) de transporte colaborativo para distancias más cortas.
¿Cómo aprender a ahorrar dinero siendo estudiante?
Administrar bien el dinero y comenzar a crear un colchón de ahorros es importante para el futuro, pero igual de importante es aprender sobre finanzas personales. Es un buen momento para forjar unos conocimientos que te servirán para toda la vida.
Si quieres saber cómo aprender a ahorrar dinero siendo estudiante, lo primero que debes hacer es tener una visión constante de tus gastos e ingresos mensuales, esta es la base para administrarse de manera correcta, de comprender nuestros hábitos de consumo y cambiarlos si es necesario y de identificar si nos hace falta optimizar gastos o aumentar ingresos.
Para esto, existen infinidad de aplicaciones de finanzas que te pueden hacer la tarea más sencilla o libros de educación financiera para aprender buenos hábitos de ahorro.
Paralelamente, crea un presupuesto mensual de gastos que te permita llevar un control más exhaustivo. Divídelo por categorías (alquiler, transporte, comida, ocio…) e incluye una cantidad para imprevistos. Así, tendrás claro cuánto gastas y podrás evitar compras y gastos impulsivos o innecesarios.
En definitiva
Si eres estudiante, ten en cuenta que esta etapa puede ser ideal para adentrarte en el mundo adulto, en especial a la hora de administrar el dinero. Comenzar a crear un colchón de ahorro y a forjar unos hábitos financieros sanos será esencial para el futuro.
Optimiza tus gastos, cuida tus pertenencias y compra de segunda mano, crea un presupuesto para controlar tus compras e ingresos y busca un empleo a tiempo parcial: todo esto te permitirá mantener a raya tus finanzas y sentar las bases para una vida adulta más ordenada y desahogada.
