Los jubilados son activos, tienen vida social, gozan de buena salud, dedican el tiempo libre a la familia y a sus aficiones y, además, usan las nuevas tecnologías. Es así mayoritariamente, según el Barómetro VidaCaixa: “retrato de un jubilado en España”, y se aleja mucho del estereotipo que todos (de forma errónea) tenemos en mente.
El perfil del jubilado en España
Hay muchos tópicos por derribar. Comencemos por la edad: la media está en 62,5 años. A la mayoría les lleva a jubilarse anticipadamente el haber alcanzado el nivel de ahorros suficiente como para gozar de una calidad de vida suficiente.
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Esta última cuestión ya da pistas: los jubilados buscan disfrutar y aprovechar el tiempo en todo momento. En conclusión, son personas activas. Casi 8 de cada 10 dedican su tiempo libre a las distintas aficiones que tienen. Un cuarto de la muestra son incansables trabajadores por causas en las que actúan como voluntarios. Pero, ¿por qué lo hacen? El 70% comenta que se sienten jóvenes y que aprenden cosas nuevas con estas actividades.
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Nuestros jubilados están además bien conectados. El 46% dice que usa Facebook. Se constituye así como su red favorita. Además, el 65% de estos entra varias veces al día, es decir, lo usa con frecuencia.
El 70% cuenta con smartphone, dispositivo que usan para hablar por WhatsApp. Pero no es la única pantalla de que disponen. Hasta un 45% afirma tener una tablet. Lo más común es el ordenador portátil o de sobremesa: un 75% cuenta con al menos uno de estos dispositivos.
El ahorro como pilar para vivir sin ataduras
Lo que importa es seguir manteniendo la actividad. Es una cuestión recurrente y repetida en el estudio, para lo cual un requisito fundamental es la solvencia económica. Para llegar ahí, han estado ahorrando durante su vida laboral. Aquí destaca como producto estrella el plan de pensiones. Entre los encuestados se sitúa como la fuente privada de ingresos más común.
La mayoría opta por obtener una renta periódica en el momento de jubilarse. Son más de la mitad los que se decantan por esta opción, mientras que el 37% decide rescatar todo lo ahorrado en el plan de una vez. Además un 6% ha optado por la versión mixta: se combina el rescate de una parte y el cobro periódico de la otra.
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En suma, casi el 40% dispone de otras fuentes de ingresos, además de la pensión pública. Además de los fondos de pensiones, las fuentes son las cuentas de ahorro (46%), las acciones, bonos y obligaciones (29%), los fondos de inversión (22%), los depósitos (19%) y los seguros de ahorro (11%).
Ese desahogo económico al que llegan al jubilarse les permite aconsejar a los más jóvenes que sigan el mismo camino. El 70% recomienda calcular con propiedad lo que nos puede quedar de pensión pública y ahorrar cuanto antes. Hay otras cuestiones que parecen menores, pero que consideran importantes: todo ayuda. Entre estas está el cálculo de los gastos que tendremos al jubilarnos (lo aconseja hacer un 62%), recurrir a asesores de ahorro (56%) y reducir gastos antes de jubilarse (49%). Todo antes que jubilarse más tarde: apurar la vida laboral hasta la edad legal o sobrepasarla, lo recomienda sólo un 36% de los encuestados.
Pero no todo es ahorro. Al desahogo económico hay que añadirle la buena salud. El 86% aconseja cuidarse y llevar una buena alimentación. El deporte puede ayudar: el 69% aconseja desarrollar nuevos hobbies antes de que llegue la jubilación. Sin embargo, un 32% descubre nuevas aficiones en esta etapa.
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La cuestión es llegar lo mejor posible y con la mayor solvencia económica al momento de la jubilación. De hecho, esto último es la mayor fuente de arrepentimientos: el 31% contesta que debería haber ahorrado más en su etapa laboral. Lo mejor es aprovechar el tiempo libre, dice la mayoría, y no tener que estar preocupado con el dinero.
