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Juntas de ventanas que no aíslan, estancias de la vivienda con una orientación errónea, habitaciones en las que no da el sol… Estos pequeños detalles nos llevan a tener que elevar el consumo de energía dentro de nuestro hogar. Según los datos actuales, casi un 45% del consumo energético de España se genera para ser destinado a la demanda energética de los edificios, ya sean hogares como edificios de trabajo, públicos o comerciales.
La arquitectura se dirige hacia un futuro más sostenible, uno en el que los edificios contemplen todas los factores que pueden afectar a la eficiencia de su consumo, tanto en energía como en agua. Aunque si echamos la vista atrás, ya en los años 90 apareció en Alemania un concepto constructivo que juntaba cinco principios básicos capaces de conseguir hasta un 90% de ahorro energético. Hablamos del estándar Passivhaus, un concepto que vuelve a resurgir hoy en día y se convierte en la realidad de muchas construcciones, que pasan a denominarse casas pasivas. ¡Te contamos más!
¿Qué es una casa pasiva?
Una casa pasiva o Passivhaus es una casa construida o rehabilitada que tienen como eje central los criterios más estrictos de eficiencia energética y sostenibilidad. Se trata de edificaciones eficientes que buscan reducir al mínimo su consumo energético, algunas hasta consiguen que sea casi nulo.
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Esta eficiencia se consigue mediante su construcción o rehabilitación, teniendo en cuenta todos los aspectos de la edificación que benefician la eficiencia energética. Para ello, se incluyen innovaciones tecnológicas tanto en diseño como en construcción, creando así casas más sostenibles.
El objetivo principal de estas Passivhaus es que la temperatura media de la vivienda se mantenga en un rango constante durante todo el año. ¿Qué supone esto? Que no es necesario encender la calefacción en invierno, el aire acondicionado en verano o tener la luces de casa encendidas mientras haya luz del sol. Acciones que, además de contribuir a frenar el cambio climático,favorecen también a la economía del hogar.
Las cinco claves de una casa pasiva
La necesidad de encontrar alternativas más amigables con el medio ambiente no se queda solo en los sectores de la moda o alimentación, sino que llega hasta el sector de la construcción.
La arquitectura bioclimática tiene un gran peso en las viviendas actuales, que quieren aprovechar su propio emplazamiento, de forma que se aumente la independencia de sistemas de refrigeración o calefacción que están vinculados al consumo de combustibles fósiles.
Para que una construcción pueda convertirse en una casa pasiva, arquitectos y constructores tienen en cuenta cinco aspectos que son clave para que exista eficiencia y no sea necesario el uso de otras fuentes de calor, frío o luz: la planificación y diseño, la ventilación cruzada, la masa térmica del edificio, el aislamiento térmico o el aprovechamiento de energías sostenibles. Atento, porque te contamos sobre qué trata cada una de ellas ¿será tu hogar un hogar Passivhaus?
La planificación y diseño
La planificación y diseño son el punto de partida de cualquier proyecto, pero si se quiere conseguir la etiqueta Passivhaus, en esta etapa se estudian y consideran todos los aspectos que convertirán la edificación en una construcción bioclimática.
Se pone en el radar aspectos como su localización geográfica, con la que se puede tener en cuenta el clima del lugar, la orientación de la casa y por dónde sale y se pone el sol, el entorno que lo rodea, etc.
De esta forma se consigue que las casas pasivas tengan la orientación correcta para que las estancias en las que sus inquilinos vayan a pasar más tiempo aprovechen todas las horas de luz natural posibles.
La ventilación
¿Sabías que una incorrecta ventilación puede ser la causa de tu alto consumo energético? Investigar, diseñar y ejecutar una óptima ventilación significa estar un paso más cerca de la eficiencia energética.
Existen métodos de ventilación que consiguen ventilar la vivienda recuperando entre el 80 y el 90% de la energía que existe dentro del propio inmueble. Con ello, no se necesita llevar a cabo un hecho que tenemos muy interiorizado: abrir las ventanas para ventilar. Este sencillo hecho en invierno puede suponer una gran pérdida del calor de la vivienda, lo que es igual a un aumento del consumo de energía para recuperar la temperatura perdida y un aumento de la factura de la luz.
La hermeticidad
Los modelos de casa Passivhaus reiteran la importancia de la hermeticidad. La hermeticidad hace referencia a que todos los cerramientos de las vivienda (ventanas, cristales, juntas, etc.) sean herméticos y aseguren que no se produce una pérdida de calor ni entrada de frío.
Aislamiento térmico
El aislamiento térmico es esencial para la eficiencia energética. Muchas viviendas sufren de aislamientos nefastos o nulos en los que a veces, por ejemplo en invierno, hace más frío en el interior de la vivienda que en el exterior.
El objetivo es edificar una estructura de la obra que aisle la casa del exterior, impidiendo que se pierda el calor en invierno y que el calor entre en verano. ¡Así se consigue el mayor ahorro de energía!
Aprovechamiento de energías sostenibles
El sol y el viento son dos fuentes de energía renovables y sostenibles; algo que en España es fácil de aprovechar gracias a la gran cantidad de horas solares y días despejados de los que disfrutamos.
El uso de la captación de energía solar y/o eólica se consigue mediante la instalación de sistemas pasivos de generación y almacenamiento de energía. De esta forma, las viviendas pasan a ser sostenibles al aprovechar estas fuentes de energía al máximo.
Una casa pasiva…
La construcción eficiente de casas pasivas supone un impacto ambiental más reducido tanto a nivel de construcción como de uso de ellas, y además, de la creación de hogares más sanos y cómodos para las familias que los habitan.
Un diseño y construcción más consciente significa estar un paso más cerca de que nuestra huella de carbono sea cada vez más reducida. Además, el concepto Passivhaus no solo se centra en el cuidado del medio ambiente, sino también en el cuidado de los habitantes de la vivienda. Un hogar más cómodo tiene como resultado unos residentes más felices. ¡Comencemos con el cambio!
