La vida, como el futuro, es imprevisible. Está llena de altibajos que hacen de esta un viaje que no podemos controlar. Y estos imprevistos pueden no solo alterar tu vida y tus planes, sino también tus ahorros.
Justo de esto hablaremos en este post: ¿cómo puedo asegurar que mis ahorros están protegidos? Una de las herramientas que te permite hacerlo es un seguro de vida, y es que no solo sirve para garantizar un colchón financiero para nuestros seres queridos, sino también para protegernos ante contratiempos. Y es que vivir al día no está reñido con ser previsores. Te contamos cómo. ¡Sigue leyendo!
Haz tu simulación: Descubre el plan de ahorro ideal para tu futuro
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de contratar un seguro?
Invertir en un seguro de vida, tanto si es de ahorro como si es de riesgo, es invertir en tranquilidad para tu futuro y el de los tuyos. Proteger el patrimonio y los ahorros permite tener la seguridad de que venga lo que venga, podrás afrontarlo de manera desahogada.
Es un instrumento que nos asegura que tanto nosotros como nuestra familia (o las personas que designemos) podremos mantener un cierto nivel de vida aunque surja un imprevisto y que, además, nuestros ahorros no se verán perjudicados. No solo un fallecimiento, sino también un accidente o una enfermedad que nos incapacite para trabajar. Pero ¿qué factores debemos tener en cuenta si contratamos un seguro de vida?
- No demorarse. Debes saber que contratar un seguro de vida es más caro conforme más mayor te haces. Por eso, conviene hacerlo cuando aún somos jóvenes, en especial si tenemos hijos pequeños, personas dependientes o una deuda que pagar (hipoteca, crédito…).
- Leer la letra pequeña y revisar bien todas las coberturas (y las exclusiones). Este punto es especialmente importante en aspectos como las causas o circunstancias del deceso. Puede que el seguro excluya ciertas causas y, por ello, los beneficiarios no puedan cobrar la indemnización.
- Tener en cuenta el riesgo de invalidez. Es importante saber que un seguro de vida no solo se centra en la familia, sino también en uno mismo. Asegura a los beneficiarios, pero también al asegurado en caso de invalidez o dependencia. Suele ser una cobertura opcional, pero conviene tener en cuenta su utilidad.
- Los beneficiarios. Lo normal al contratar este tipo de seguros es nombrar los beneficiarios, a los que además podemos asignar un porcentaje concreto de la indemnización; pero si no se han nombrado, serán los herederos directos los que cobren.
- Capital total. Normalmente se recomienda fijar esta cantidad en cinco veces nuestro salario anual. Pero sobre todo hay que tener en cuenta todo aquello que queremos que cubra, por ejemplo, para saldar la hipoteca o las deudas, los estudios de los hijos…
Seguro de vida riesgo
Como su propio nombre indica, el seguro de vida riesgo permite hacer frente a posibles obstáculos de la vida. Entre otros, el fallecimiento o la incapacidad permanente derivada de un accidente o una enfermedad.
Para calcular el capital, normalmente se computan los gastos fijos de nuestro núcleo familiar, como la hipoteca, los estudios de los hijos, las facturas… Y se determina el tiempo que queremos que esos gastos queden cubiertos en caso de que ocurra un contratiempo.
En pocas palabras, los seguros de vida consisten en realizar aportaciones regularmente a un fondo para protegerte a ti y a tu entorno de los imprevistos que se hayan especificado en la póliza.
Seguro de vida ahorro
Un seguro de vida ahorro puede ser una opción acertada si lo que queremos es complementar nuestra pensión pública de jubilación. El asegurado va abonando unas primas por las que obtiene una rentabilidad pactada. Es un instrumento de bajo riesgo que cuenta con interesantes ventajas fiscales.
La finalidad del seguro de vida ahorro es reservar para el futuro, ya sea, como hemos visto, para el momento de nuestro retiro o para hacer frente a distintas situaciones. Se establecen los pagos con una cierta frecuencia al año que van contribuyendo a este instrumento, de modo que se va construyendo un colchón de ahorro de cara a lo que venga en el futuro.
Recapitulando
La vida es un camino lleno de situaciones, algunas muy pensadas, otras imprevistas, que hacen que nuestro futuro y nuestros planes puedan dar un cambio brusco de un momento a otro. Estos contratiempos pueden hacer que tengamos que echar mano de nuestros ahorros.
No podemos predecir el futuro, pero sí podemos ser cautelosos y protegernos de antemano contra los efectos de estos imprevistos. La mejor opción para esto es contratar un seguro de vida. Un instrumento fiscal que nos garantiza un fondo financiero en caso de fallecimiento, invalidez o enfermedad, y una manera de cuidar de nosotros mismos y nuestros seres queridos.