Tabla de contenidos
En España existen distintos tipos de jubilación. La más habitual es la ordinaria, que depende de los años cotizados y de la edad a la que se accede, pero existen muchas modalidades que facilitan la transición o salida del mundo laboral hacia nuestra jubilación.
En este post trataremos en profundidad las particularidades y características pero, sobre todo, aterrizaremos la comparación entre ventajas e inconvenientes de la jubilación parcial. Veamos primero una definición sencilla.
La jubilación parcial, acceso y requisitos
Según informa la Seguridad Social en su Sede Electrónica del Ministerio, la jubilación parcial es aquella que se inicia después de cumplir los 60 años y se compatibiliza con un contrato de trabajo a tiempo parcial. Además, esta modalidad puede estar vinculada o no a un contrato de relevo de otro trabajador en situación de desempleo.
Vive tu jubilación con tranquilidad y planifica tus ahorros con Generación +
La jubilación parcial sirve para terminar nuestra vida laboral de una manera progresiva, compaginando pensión y empleo. La ley establece que la reducción de la jornada laboral será de entre un mínimo del 25% y un máximo del 50%, y el salario se reducirá de la misma manera.
La jubilación parcial permite compatibilizar salario y pensión sin coeficientes reductores en la pensión final.
Las personas que accedan a la jubilación parcial podrán hacerlo a través de dos tipos:
La edad mínima será la edad mínima ordinaria, sin aplicación de coeficientes reductores de jubilación, tal y como se recoge en la Seguridad Social. Además, podrás compatibilizarlo con un contrato a jornada completa o parcial, pero la reducción de jornada debe de ser entre el 25% y el 50%.
El periodo mínimo de cotización en este caso es de 15 años, dos de los cuales deben estar incluidos dentro de los 15 años anteriores a la jubilación.
La Seguridad Social explica que esta opción se podrá escoger siempre que se establezca un contrato de relevo para sustituir al empleado que haya solicitado esta modalidad de jubilación.
En este caso, se debe tener en cuenta que la edad de acceso a la jubilación se ha incrementado progresivamente desde 2013 hasta hoy, y esto también afecta a la jubilación parcial con contrato de relevo.
Por tanto, la persona que solicite la jubilación parcial con contrato de relevo en 2024 tendrá que haber cumplido los 62 años y 6 meses con 36 años cotizados o más, o bien 64 años si acumula 33 años o más de cotización.
El contrato de relevo exige contratar a otro trabajador para cubrir las horas reducidas del futuro jubilado
La reducción de jornada en este tipo de jubilación parcial es entre un mínimo del 25% y un máximo del 50%, o del 75% si el contrato de relevo es a jornada completa y por tiempo indefinido.
Es decir, la persona que solicita la jubilación parcial tendrá un suplente que trabaje las horas restantes de su reducción de jornada. Además, el futuro jubilado debe haber trabajado en la empresa donde esté contratado durante al menos 6 años.
Jubilación parcial: fiscalidad y retenciones
Al compatibilizar salario y pensión, la jubilación parcial implica recibir ingresos de dos fuentes: el contrato a tiempo parcial y la parte de la pensión. Ambas cantidades tributan como rendimientos del trabajo y, por tanto, están sujetas a IRPF. Es importante tenerlo en cuenta para evitar sorpresas en la declaración de la renta, ya que el porcentaje de retención puede ser bajo y no cubrir el total de impuestos a pagar.
Para planificarlo bien, conviene revisar las retenciones con la empresa y, si es necesario, solicitar un aumento voluntario o consultar con un asesor fiscal para ajustar pagos y evitar regularizaciones posteriores.
Cómo afecta a la pensión definitiva
Mientras se disfruta de la jubilación parcial, se sigue cotizando por la parte trabajada, lo que puede ayudar a mejorar la base reguladora de la pensión completa cuando se accede a la jubilación total.
Cuanto más tiempo se mantenga la jubilación parcial, más años cotizados se suman, lo que puede ser clave para alcanzar el 100 % de la pensión ordinaria o mejorar la cuantía final. Por eso, muchas personas optan por prolongar su vida laboral de forma gradual para optimizar la prestación.
Ventajas: una opción económica interesante
La jubilación parcial puede ser favorable en ciertos casos. Es una manera de aumentar nuestro periodo de cotización para así recibir el 100% de la pensión de jubilación. Puede ser una solución si no has cotizado los suficientes años para ello, y el trabajador puede llegar a cobrar prácticamente lo mismo trabajando menos horas.
También está permitido compatibilizar esta jubilación con prestaciones por desempleo o pensiones de viudedad que sean correspondientes a lo que sería un contrato a tiempo parcial.
Es también interesante ya que, a diferencia de otras modalidades como la jubilación anticipada, no se le aplica ningún coeficiente de reducción (penalización en la pensión por jubilarse por adelantado), por lo que la pensión de jubilación parcial suele ser más completa. Además, esta modalidad cotiza para la jubilación.
Inconvenientes de la jubilación parcial
Pese a contar con algunas ventajas para casos concretos, lo cierto es que cada vez menos trabajadores se acogen a la jubilación parcial. Al fin y al cabo, se trata de un contrato algo rígido para la empresa, ya que debe ampliar la plantilla y seguir cotizando para el futuro jubilado y el trabajador de relevo.
También lo es para el trabajador que lo solicite pues, como ya hemos comentado, los requisitos de edad y mínimo de años cotizados son bastante estrictos. En la mayor parte de los casos es un reto cumplir con todas las condiciones, lo cual resulta inconveniente para acceder a la jubilación parcial de la Seguridad Social.
Además, las pensiones de incapacidad permanente o absoluta y de gran invalidez son incompatibles con la jubilación parcial.
Por otro lado, uno de los mayores inconvenientes en el caso de la jubilación parcial con contrato de relevo está en que el trabajador no mantendrá el mismo sueldo ya que la empresa no está obligada a mantener las mismas bonificaciones ni el mismo salario base.
Además, cuando el futuro jubilado se retira definitivamente, el puesto del trabajador de relevo queda en el aire y no tiene garantizado un contrato indefinido.
Comparativa con otras modalidades de jubilación
La jubilación parcial no es la única forma de compatibilizar pensión y trabajo. Otra opción es la jubilación flexible, que permite a los pensionistas volver a trabajar a tiempo parcial después de acceder a la pensión ordinaria, ajustando la cuantía que se percibe.
También existe la jubilación anticipada, que adelanta la edad de retiro a cambio de aplicar coeficientes reductores que penaliza la pensión. La principal diferencia es que en la jubilación parcial no se aplica esta reducción siempre que se cumplan los requisitos de edad y cotización, lo que la hace atractiva para quienes buscan aumentar años de cotización sin perder ingresos.
Sectores y convenios donde se aplica
Aunque cada vez es menos habitual, la jubilación parcial con contrato de relevo sigue siendo frecuente en sectores industriales y manufactureros, donde los convenios colectivos facilitan esta transición. Empresas con plantillas envejecidas suelen promover este sistema para rejuvenecer equipos y dar entrada a trabajadores jóvenes.
Por eso, conviene consultar el convenio colectivo aplicable en cada sector, ya que algunos establecen condiciones específicas o mejoras sobre los requisitos generales de la Seguridad Social.
¿Cómo queda la jubilación parcial tras las novedades?
En el caso de la jubilación parcial, el nuevo pacto de pensiones propone que los trabajadores puedan adelantar su jubilación parcial con contrato de relevo tres años antes de la edad legal de retiro, en lugar de dos como hasta ahora y con 36,5 años cotizados, en vez de los actuales 38,5 años.
Asimismo, los trabajadores manufactureros podrían acceder a la jubilación parcial con contrato de relevo con 33 años cotizados, en lugar de los 34 años actuales. Aunque todavía se tienen que asentar las condiciones de los relevistas para cubrir las mejores condiciones para todas las partes, se trata de una mejora para aquellos trabajadores que quieren voluntariamente alargar su carrera profesional.
Consejos prácticos para solicitarla
Si estás valorando acceder a la jubilación parcial, revisa primero si cumples la edad y los años de cotización requeridos. Habla con tu empresa para confirmar la viabilidad del contrato de relevo y ten en cuenta la planificación fiscal para evitar sorpresas con Hacienda.
También es recomendable consultar directamente con la Seguridad Social o usar su simulador online para estimar la cuantía de la pensión parcial y la futura pensión total. Planificar con tiempo es clave para tomar la mejor decisión.
Recapitulando
En definitiva, los estrictos requisitos para acceder a la jubilación parcial provocan que sea una opción cada vez más en desuso. Las condiciones, que ya de por sí son estrictas, suman requisitos año a año con el aumento de la edad de jubilación, por lo que los trabajadores no se plantean pedirla.
También es necesario, en la mayoría de los casos, que otro trabajador esté dispuesto a cubrir las horas restantes del contrato a tiempo parcial del futuro jubilado.
No obstante, si reunimos las condiciones necesarias, puede ser una opción beneficiosa, ya que nos permite retrasar la edad de jubilación y, por tanto, incrementar nuestra pensión.