Hay treinta cartas de treinta niños muy especiales dirigidas a los Reyes Magos de Oriente que han hecho una primera parada en las oficinas de VidaCaixa. Tranquilos, no es ningún error; es ahí donde Sus Majestades recibirán una pequeña ayuda para que se cumplan los deseos de todos ellos.
En este caso, las misivas corresponden a setenta niños en riesgo de exclusión que viven en centros de acogida de Cataluña. Se trata de una iniciativa solidaria realizada conjuntamente con la Fundación “Soñar Despierto”, entidad que trabaja para favorecer la integración social de menores procedentes de familias desestructuradas.
Los empleados de VidaCaixa colaborarán para hacer realidad los sueños de Albert, Yasmina, Pau, Roser, Evan y muchos otros. El mecanismo es sencillo. Reunidos en pequeños grupos, seleccionarán una bola del árbol de Navidad de la oficina y que contiene el deseo de uno de los niños. Después buscarán el juguete deseado y lo volverán a dejar en el árbol.
¿Sabías que tu ahorro también puede ser responsable?
Para que todo salga bien se han seguido las instrucciones de la Fundación. El presupuesto para el juguete deseado no debe superar una cantidad establecida, si bien antes los niños han sido guiados por sus tutores. Es importante seguir esta norma para no generar agravios y situaciones complicadas. También es importante ajustarse lo más posible a la petición expuesta en la carta. A veces puede resultar complicado; sin embargo, conviene encontrar alternativas que no se desvíen demasiado del deseo expresado por el niño.
Así es como, de una forma tan sencilla, se cumplen los deseos de quienes más lo necesitan. Pero no hay por qué quedarse ahí. También se sugiere participar en la movilización ciudadana Magic Line en favor de las personas en situación vulnerable. La organiza la Obra Social San Juan de Dios, a través de la cual se pueden realizar donativos.
No hay, por tanto, ninguna excusa para no acordarse de los más desfavorecidos en estas fechas. Los menores acogidos por “Soñar Despierto” lo agradecerán. Se trata de niños que tienen cubiertas las necesidades básicas de alimentación, vivienda y escolarización, pero que presentan dificultades emocionales, problemas psicológicos, desconfianza, inseguridad o conductas agresivas. El cariño expresado en acciones como esta contribuye a paliar en parte la situación por la que pasan.
