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Puede que te suene muy lejano el concepto ‘seguro de vida’ si todavía eres joven. Y es que solemos pensar que este producto de ahorro está reservado a personas de más edad, sobre todo para asegurar el futuro de sus seres queridos, por lo que plantearlo antes de formar una familia no es demasiado.
Pero, ¿y si te dijéramos que contratar un seguro de vida siendo joven tiene muchas más ventajas de las que crees? Sigue leyendo si quieres saber más sobre todos los beneficios de contratar un seguro de vida antes de los 30-35 años.
¿Es útil contar con un seguro de vida siendo joven?
Lo primero que debes saber es que un seguro de vida no solo cubre el fallecimiento, también la incapacidad e invalidez. Además, contar con un seguro de vida te garantiza asesoramiento, y en algunos casos, incluso asistencia sanitaria.
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Aunque seamos jóvenes, es necesario mirar hacia el futuro con un poco de seguridad, al fin y al cabo, las responsabilidades y obligaciones llegarán en algún momento: una hipoteca, la letra del coche, ampliar la familia… Aspectos que, de una manera u otra, debemos tener en cuenta a la hora de pensar en contratar un seguro.
Está claro que no es estrictamente necesario, pero tampoco es ninguna locura, y es importante plantear la posibilidad y todo lo que nos puede aportar en caso de que ocurra un imprevisto. Y es que pensar en los años que vienen y en nuestra familia cercana no tiene nada que ver con nuestra edad. Seguro que tienes alrededor gente que te necesita, por lo que nunca se es demasiado joven para contratar un seguro de vida, es más, vamos a contarte todas las ventajas de hacerlo a una edad temprana.
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Las ventajas de contratar un seguro de vida siendo joven
El precio
La ventaja principal está clara, cuanto más jóvenes seamos, más barato es el precio de un seguro de vida. Las primas anuales suelen ser más bajas para personas menores de 35 años que no padezcan ninguna enfermedad ni problema de salud. El motivo es muy simple, a menor edad, menos riesgo de padecer una enfermedad, sufrir un accidente o fallecer.
Así, nos beneficiamos de una tarifa mucho más reducida de la que pagan las personas mayores y de la que pagaremos con el paso de los años.
Flexibilidad
Además, a edades más tempranas, los seguros de vida son más flexibles, es decir, podemos ir modificando las coberturas a medida que pasan los años para que se vayan adaptando más a nuestras necesidades según nuestra etapa vital.
Seguridad en caso de accidente
No falla, cuando pensamos en seguro de vida nos viene a la mente una cobertura en caso de fallecimiento para los beneficiarios. Ya lo hemos comentado, este tipo de seguros también pueden ayudarnos, a nosotros y a nuestra familia más cercana, a hacer frente a situaciones inesperadas que den un vuelco a nuestra vida, como un accidente o enfermedad que nos impida continuar con nuestra actividad laboral de manera normal. Es el caso de una invalidez o una incapacidad.
Contratar un seguro de vida siendo joven ¿acierto o innecesario?
Ya lo hemos visto, contratar un seguro conlleva pensar en el futuro, ampliar nuestras miras y anticiparnos a situaciones vitales que, con algo de previsión, se pueden hacer mucho más sencillas y llevaderas.
Eso sí, revisa al detalle todas las coberturas que te interesa contratar en un seguro de vida. Las posibilidades son muchas y puedes crear un seguro a la medida de tus necesidades del momento, y es que una de las grandes ventajas de este producto es que podrás modificarlo a medida que tus circunstancias vitales cambien.
Si ya estás pensando en ahorrar para el momento de tu jubilación, quizá te interese un seguro de vida ahorro, como los PIAS o SIALP, que cuentan con interesantes ventajas fiscales y nos aseguran un importante colchón para cuando llegue el momento de nuestro retiro. Los seguros de vida ahorro también cuentan con la ventaja de la flexibilidad, pues podremos recuperar todo o una parte del dinero depositado en cualquier momento en caso de necesidad.
