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Gerascofobia o miedo a envejecer

Julio 6, 2023 7 min 37 veces compartido

Preocuparnos por nuestra edad y bienestar es algo completamente normal e inevitable, nos empezamos a sentir mayores y vernos diferentes a cuando éramos más jóvenes. Sin embargo, hay personas a las que el paso del tiempo les da un miedo irracional, les da pavor sentirse menos enérgicos, tener algunas arrugas o canas, o no poder llevar a cabo algunas acciones que anteriormente realizaban con soltura. Este temor es conocido como ‘gerascofobia’, o lo que es lo mismo, miedo a envejecer. 

Otra manera de llamar a este temor es ‘gerontofobia’ e impulsa a las personas que la padecen a tener comportamientos obsesivos acerca de mantenerse lo más jóvenes posibles. Hoy os contamos algunos síntomas de la gerascofobia y si tiene tratamiento y cuál es, ¿estás listo para aprender más acerca de esta fobia? 

¿Cuál es la causa de este miedo?

La gerascofobia, puesto que se trata de un miedo, no tiene un origen relacionado con una infección, o un virus ni nada similar. Este trastorno tiene causas más bien propias como son la aparición de las primeras señales de edad, o externas como la influencia de la sociedad y los medios de comunicación. A nivel cultural, la juventud es de gran peso y eso hace que cada vez más personas quieran mantener un aspecto y un estilo de vida propio de las edades más jóvenes.

Otra causa menos frecuente podría ser algún trauma del pasado relacionado con el miedo a estar solo e indefenso durante los últimos años, a no valerse por sí mismo y tener que depender de los demás. 

Síntomas de la gerascofobia

Al causarse de un temor, no existen unos síntomas concretos a destacar, sino más bien unas características en común que tienen las personas que lo padecen. Algunos de estos rasgos pueden ser:

  • Uso de prendas de ropa con un estilo más juvenil o impropio de las personas de su edad
  • Obsesión recurrente con tratamientos de rejuvenecimiento, como el botox o la cirugía estética, así como los tintes de pelo o el corte de cabello. 
  • Comparaciones constantes con personas de grupos de edad más jóvenes, teniendo un sentimiento de envidia que afecta a la salud mental
  • Alejamiento de personas de edad similar y rechazo hacia las personas mayores y todo lo que las envuelve. 
  • Visión del envejecimiento como algo negativo, creyendo que es sinónimo de soledad, dependencia, incremento de las enfermedades, etc. 
  • Culto excesivo a la imagen y al físico, búsqueda de querer parecer joven físicamente todo el rato. 

Además, algunos médicos y psicólogos indican que, al igual que ocurre con otras fobias, las personas que la sufren pueden llegar a presentar síntomas característicos de un cuadro ansioso. Estos síntomas pueden ser: taquicardias, mareos, pensamientos intrusivos relacionados con la vejez, temblores, etc. 

¿Los jóvenes también pueden padecerla?

La gerascofobia no afecta únicamente a personas mayores, sino también a jóvenes aunque en un menor porcentaje. Este trastorno empieza a desarrollarse alrededor de los 30 años, cuando los familiares más mayores empiezan a tener problemas de salud y por lo tanto, estas personas afectadas tienen que tomar más responsabilidades. Además, coincide con los últimos años de ser considerados como jóvenes, donde pierden algunas ventajas como descuentos en transportes o empiezan a notar menos vitalidad en el día a día y la “obligación” de tener que estar más centrados. 

¿Existe algún tratamiento para la gerascofobia?

No existe ningún tipo de medicación que pueda curar milagrosamente este trastorno, pero las personas que padecen de este temor suele solucionar sus problemas a través de la terapia cognitivo-conductual. Este tipo de terapias psicológicas se centran en tener una mayor conciencia de los pensamientos negativos, de manera que se consiga ser más resolutivo cuando aparecen situaciones conflictivas. 

Se enseña diferentes técnicas y estrategias a la persona para detectar cuáles son los pensamientos que le llevan a pensar así, las emociones que les causa y cómo actúan respecto a ellas. Una vez se han analizado estos pensamientos, se trabaja para sustituirlos por unos más funcionales que permitan vivir mejor a la persona afectada.

La vejez como un estilo de vida sano

Existen muchos mitos sobre el envejecimiento y, aunque desde la sociedad se hace hincapié en las ventajas de ser joven, la realidad es bien distinta: cada etapa de la vida tiene su parte positiva y negativa, y negarse a vivir una de ella porque la consideremos “peor” que las demás es improcedente para nuestro bienestar. 

Para intentar vencer la gerascofobia hay que luchar contra los estereotipos que envuelven la tercera edad y enfocarlo más como una etapa de nuevas oportunidades. Cada vez tenemos más tiempo para disfrutar de la vida debido al aumento de la esperanza de vida. Como comentamos en el post de ‘Los 50 de antes vs los 50 de ahora’, en las últimas décadas ha cambiado mucho la concepción y el estilo de vida de las personas y envejecer ya no supone una desventaja dado que existen muchas posibilidades para vivir plenamente.

Si lo que queremos es tener una relación sana con nuestra edad, siempre hay pequeñas acciones que podemos hacer en nuestro día a día que nos ayuden a sentirnos mejor, tanto físicamente como mentalmente:

  • Realizar cualquier tipo de actividad física de manera regular.
  • Trabajar nuestra autoestima y ser conocedores de nuestras emociones, eso nos ayudará a gestionarlas mejor. 
  • Impulsar nuestra vida social, participar en actividades grupales que nos hagan relacionarnos con más gente de nuestra edad. 

Otros trastornos similares: la midorexia

La midorexia se considera el miedo obsesivo a envejecer y puede resultar muy similar a la gerascofobia pero no son lo mismo. La midorexia se refiere a las personas que no aceptan la edad que tienen y tienen conductas y pensamientos obsesivos relacionados con mantenerse jóvenes eternamente. 

Estas personas tienden a realizar deporte excesivo, esconder cualquier signo de envejecimiento u optar actitudes propias de gente más joven, con tal de sentirse así. Este trastorno es más común entre las mujeres, que una vez empiezan a librarse de cargas familiares como cuidado de niños pequeños o del hogar, quieren “recuperar el tiempo”. Además, suelen ser personas muy perfeccionistas con su físico y se exigen en exceso, lo que puede desencadenar en poca autoaceptación y una baja autoestima si no se consiguen los resultados deseados. 

La diferencia principal entre la gerascofobia y la midorexia es que la primera es temor a envejecer y la segunda es una obsesión con mantenerse joven, pero no tienen porqué ir de la mano. 

En conclusión

A muchas personas les aterra hacerse mayores, ya que creen que no podrán disfrutar tanto de la vida. Esto hace que desarrollen un trastorno que les impide aceptar su edad y mantener una relación sana con su envejecimiento natural, conocido como gerascofobia. Sin embargo, hacerse mayor tiene muchas ventajas que pueden hacer que conviertan esta edad en la mejor etapa de la vida. ¿Estáis listos para disfrutarla?

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