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Los 50 de antes VS Los 50 de ahora 

Junio 7, 2023 8 min 83 veces compartido

Hace unos años los 40 pasaron a ser los nuevos 30, ahora son los 50 y está más que justificado. ¿Cuántas veces nos hemos llevado las manos a la cabeza al enterarnos de la edad de algún famoso? Jennifer López y sus 53 años, Sandra Bullock con 58 años o Will Smith con sus 53 a la espalda, son algunos de los casos a los que parece que el tiempo no les afecte. 

Hace unos años cualquier persona que superaba la barrera de los 50 en Hollywood estaba destinada a hacer papeles sin apenas importancia como de padre trabajador, madre divorciada, adulto funcional sin mucha vida y con poco interés para el espectador. Por suerte, hemos pegado un golpe sobre la mesa y hemos demostrado que nos queda mucha vida por delante y podemos ser los jefes de la pantalla si nos da la gana.

Y no solo en el cine, en nuestro día a día también han cambiado muchas cosas, ¿quién no recuerda a sus padres parecer unos señores con nuestra edad o ver fotos antiguas y parecer más mayores hace 20 años que ahora? La ropa, los peinados e incluso la actitud ante la vida añadía años de más. Vamos a repasar algunas de esas cosas que diferencias los 50 de antes vs los 50 de ahora:

Expectativa de vida

Si hoy escuchamos que alguien ha fallecido con 72 años nos sorprendemos porque es “joven”, mientras que hace apenas 50 años esa era la edad media de la esperanza de vida. En medio siglo la edad media de los españoles ha aumentado hasta los 81,8 años para los hombres y 87 para las mujeres, dándonos la oportunidad de ser jóvenes durante mucho más tiempo.

Las mejoras en la atención médica, el acceso a una alimentación saludable y los avances en el estilo de vida han contribuido a que vivamos más tiempo y tengamos la posibilidad de disfrutar de una vida activa y plena después de los 50 años. Antes parecía que teníamos prisa para todo: la gente se casaba con 20/21 años, tenía hijos a los 23 y a los 56 ya podían ser abuelos; ahora podemos alargar esos periodos y disfrutar de una larga juventud, sin preocuparnos tanto de que “se nos pase el arroz”. 

Salud y bienestar 

Si hacemos memoria, con la llegada de los 2000 vino una fiebre común por las dietas milagro, como la locura que supuso la dieta Dukan que aseguraba perder varios kilos en pocos días. Por suerte, ahora existe una mayor conciencia sobre la importancia de mantener una buena salud y cómo de beneficioso es el deporte en el día a día.

Las clases de yoga, hacer rutas de senderismo con amigos o salir a correr son algunas de las opciones más recurrentes pero no es nada extraño ver los gimnasios llenos de personas que han pasado la barrera de los 50, porque el deporte ya no es una cosa exclusiva de profesionales ni de jóvenes adultos. 

Carrera y trabajo

La primera mitad del siglo pasado no fue fácil para nadie en España, nuestros padres y abuelos tuvieron que buscarse la vida para salir adelante y solo unos pocos optaron a carreras universitarias y trabajos dignos. Gracias a su esfuerzo, la generación que rondamos los 50, hemos podido obtener un título y trabajar de ello durante años, dando una vida mejor a nuestros hijos. ¿Cuántos hemos sido el orgullo de la familia al ser el primero en entrar a la universidad? Ese sentimiento es algo digno de recordar de por vida. 

Hace 50 años, muchos trabajos exigían esfuerzos físicos que ahora son inimaginables, jornadas de más de 12 horas al sol o levantar dos o tres veces el peso. Es por eso que muchos de nuestros padres se tuvieron que jubilar una vez pasados los 50 años, nadie podría aguantar mucho más tiempo así. Ahora, la edad de jubilación se retrasa cada año más, e incluso mucha gente opta por seguir trabajando pasados los 65, ¿qué pensarían las generaciones anteriores?  

Tecnología y comunicación 

Hace medio siglo, ver la televisión era una de esas cosas que se hacía en familia y que no todos podían, un lujo limitado al alcance de unos pocos afortunados. Juntarse para ver las noticias, tener máximo dos canales o levantarse del sofá para subir el volumen es algo que las nuevas generaciones no llegan a comprender. Durante estos años, existen pocas casas donde no tengan mínimo una televisión, y ya no hablemos de móviles, ordenadores o tablets. Aún cuesta creer que fuera completamente normal llevar un teléfono móvil en el maletero de los coches o tener que cargar con un maletín para poder llamar a alguien desde fuera de casa. 

Estilo de vida y ocio

Si escuchamos a nuestros padres y abuelos hablar de cómo era su vida con 50 años, lo que más nos va a llamar la atención es la manera en la que vivían, todas las cosas que no estaban bien vistas hacer o lo diferente que era la mentalidad de por entonces. En 2023 es muy fácil ver a grupos de amigos irse de viaje, dejar a los hijos unos días para tener tiempo propio o incluso no tenerlos. La vida parecía ser sota, caballo y rey: tenías trabajo, te casabas y tenías familia. Por suerte, ese modelo social ha evolucionado, las familias son diferentes, la gente no vive por y para el trabajo o los hijos y el ocio y el bienestar propio ha cobrado una parte importante de la vida de la gente. 

También se puede ver reflejado en la manera de vestir de la gente, incluso las personas de tercera edad que estaban tan acostumbradas a tener que vestir de falda y blusa a diario, se han adaptado a llevar chándal, pantalones vaqueros y ropa más cómoda y al día. Ya no existe una “ropa de abuelos”, ni peinados que hagan envejecer diez años a una persona. La edad y la ropa ya no van de la mano, ¿quién dice que tienes que dejar de llevar una chaqueta que te gusta por el hecho de tener más de x años?

Estas son solo algunas de las diferencias destacadas entre los 50 de antes y los 50 de ahora. Gracias a los avances en la ciencia y la sociedad, la gente ha podido ver mejoras en su vida, existe más tiempo para disfrutar y la edad no es una excusa, sino una oportunidad que hay que aprovechar al máximo. Muchas veces nos dejamos llevar por el edadismo, con prejuicios y la discriminación hacia personas por su edad. Esto es algo muy fácil de detectar, por ejemplo, alguna vez hemos visto a una persona de edad avanzada haciendo algún deporte poco común para sus años o vistiendo ropa que no se ve sobria y formal y nos ha llamado la atención, pero lo cierto es que poco a poco estamos avanzando y normalizando que la edad no es ningún impedimento para seguir haciendo todo tipo de actividades, más bien la edad es cuestión de actitud. 

Por desgracia, el edadismo está más extendido de lo que creemos. Existe el edadismo por parte de las instituciones y de la sociedad general, y muchas veces pasa desapercibido cuando se habla de manera despectiva sobre el hecho de envejecer; como si fuera un trauma, una enfermedad, o como si por ello tuviera que acabar nuestra vida, nuestras relaciones o nuestros hobbies. 

Pero nada más lejos de la realidad, y aunque se ha notado un gran cambio entre generaciones, aún está por llegar la verdadera transformación en la que con la edad se pueda seguir aprendiendo cosas nuevas, viajando, haciendo nuevas amistades, se pueda tratar hasta el sexo o las relaciones afectivas, haciendo del envejecimiento algo positivo a través de la integración y la normalización. 

La edad nos aporta madurez y sabiduría, nos enseña a valorar las cosas que pasan a nuestro alrededor y durante la jubilación se nos da la oportunidad de disfrutar plenamente de todo el aprendizaje que hemos adquirido durante la vida por eso para muchos es la mejor etapa de la vida.

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