¿Quién puede ser beneficiario de un seguro de vida?

Antes de contratar un seguro de vida, es crucial conocer y determinar quiénes serán los elegidos para recibir la indemnización en caso de producirse un siniestro. Los beneficiarios de un seguro de vida juegan un papel fundamental en la distribución de la cuantía en caso de fallecimiento del tomador del seguro (quien contrata la póliza). Desde familiares o herederos legales hasta personas designadas, el grado de familiaridad entre el tomador y el asegurado no es obligatorio, aunque sí es lo más común. 

En este post vamos a intentar resolver varias cuestiones relacionadas con los seguros de vida: quiénes pueden ser beneficiarios y cómo designarlos, cómo saber si uno lo es y si es posible nombrar a un beneficiario no heredero. Además, hablaremos de qué sucede si el beneficiario fallece, o cómo cambiar el beneficiario de un seguro de vida. ¡Empezamos!

¿Quién es el beneficiario de un seguro de vida?

Hace poco hablamos de las diferencias entre beneficiario, asegurado y tomador de un seguro, figuras que de primeras se pueden entender como iguales, pero que en realidad cumplen funciones muy diferentes. El beneficiario de un seguro de vida es la persona que ha sido nombrada por el tomador para que, si se produce un siniestro, tenga derecho a la indemnización. Por tanto, asegurado y beneficiario serán personas diferentes.

Si todavía tienes dudas sobre quién es el beneficiario de un seguro de vida, debes saber que puede ser cualquiera, incluso los menores de edad. No obstante, en caso de que no estén emancipados o de que sean menores de dieciséis años, la indemnización será gestionada por los tutores. En definitiva, los beneficiarios, ya sean los herederos legales de un seguro de vida, familiares o personas sin parentesco con el tomador de la póliza, deben ser seleccionados por el tomador y ha de constar en la documentación justificante de la póliza.

Cómo cambiar el beneficiario de un seguro de vida

Del mismo modo que el beneficiario de este tipo de seguro puede designarse tanto en el momento de la contratación de la póliza como en una fecha posterior, también se puede cambiar en cualquier momento. Para llevar a cabo esta modificación, el tomador del seguro tendrá que ponerse en contacto con la compañía en la que lo contrató a través de un escrito (recuerda que esta operación la puedes hacer todas las veces que quieras). 

Por otro lado, los beneficiarios de un seguro de vida se pueden cambiar mediante el testamento, aunque deberá indicarse en la póliza de forma explícita.

¿Cómo puedo saber si soy beneficiario de un seguro de vida?

Cuando se pierde un familiar repentinamente, esta es una pregunta que, a priori, parece difícil de resolver. Por ello, es importante que sepas que existe el Registro de Contratos de Seguro de Cobertura de Fallecimiento.

Este archivo documental depende del Ministerio de Justicia y es público, por lo que puedes consultarlo una vez que hayan pasado 15 días hábiles desde que el miembro de tu familia falleció. De esta forma, evitarás que las indemnizaciones que te pertenezcan se queden sin cobrar.

¿Cómo se nombra al beneficiario de un seguro de vida?

Es al tomador del seguro al que le corresponde nombrar al beneficiario, incluso sin su consentimiento. La forma más habitual es escribirlo en la póliza del seguro cuando se contrata. Aunque también se puede hacer mediante testamento, solo que, en este caso, tal y como te hemos comentado en líneas anteriores, es necesario que lo especifiques expresamente en la póliza.

Cuando los beneficiarios son designados, es recomendable que se escriban los nombres y apellidos completos y no simplemente, por ejemplo, «herederos legales» o de forma genérica por el parentesco (hijos, hermanos…) ya que esto podría conllevar reclamaciones y problemas judiciales por parte de los herederos legales del seguro de vida.

Otra forma de nombrar a los beneficiarios es mediante el registro público del que ya te hemos hablado, el cual depende del Ministerio de Justicia. De este modo, los beneficiarios podrán comprobarlo por sí mismos con sus datos personales.

¿Se puede nombrar en un seguro de vida a un beneficiario no heredero?

La respuesta es que sí puedes designar a un beneficiario que no sea un heredero legítimo. De hecho, el receptor de tu seguro puede ser quien tú quieras, sea familiar o no. Solo tendrás que indicarlo muy bien de alguna de las tres maneras que ya te hemos indicado.

Recuerda que puedes nombrar al beneficiario de un seguro de vida de las siguientes formas:

  • Mediante el testamento.
  • En el momento de la contratación de la póliza. Destacar que se admiten cambios posteriores).
  • En el registro público dependiente del Ministerio de Justicia para que el beneficiario pueda comprobarlo por sí mismo y no quede ninguna duda.

Es fundamental que evites poner como beneficiarios a los «herederos legales del seguro de vida» sin especificar quiénes son porque, tal y como te hemos explicado, esta fórmula suele traer muchos inconvenientes.

¿Qué ocurre si no se ha designado beneficiario?

En el caso de que el asegurado fallezca sin haber nombrado a un beneficiario en la póliza del seguro ni en el testamento, serán los herederos legales quienes cobren la indemnización de forma equitativa. Con respecto a los hijos beneficiarios, hay que especificar que serán todos los hijos del tomador del seguro a los que les corresponda la herencia, sin que haya excepción alguna. Es decir, no importa que dichos hijos sean de una pareja actual o de una anterior, todos son herederos sin distinción.

Con respecto al cónyuge, será beneficiario si tiene tal condición cuando se produzca el fallecimiento, pero no en el momento en el que se cobre el seguro de vida. Si designas únicamente a tu cónyuge sin indicar su nombre y te vuelves a casar, el beneficiario cambia de manera automática.

¿Qué pasa si el beneficiario de un seguro de vida fallece?

Ante la muerte del beneficiario de un seguro de vida pueden darse varias situaciones. Las más comunes son las siguientes:

  • En caso de que el beneficiario de un seguro de vida fallezca antes que el asegurado, el tomador tendrá que designar un nuevo beneficiario.
  • Por el contrario, si el beneficiario fallece a la vez o después que el asegurado, pero antes de haber reclamado el capital de la póliza, la compañía aseguradora deberá abonar la indemnización a los herederos legales del seguro de vida.

Resumiendo

En definitiva, el beneficiario de un seguro de vida puede ser quien tú quieras, ya sea un heredero legal o no y aunque no sea familia. Lo que te recomendamos es indicarlo de forma detallada para garantizar la seguridad financiera de quienes dependen de ello. 

La contratación de un seguro es sencilla y hará que tus familiares se encuentren siempre cubiertos aunque a ti te ocurra algo, por lo que podrás vivir con mayor tranquilidad. ¿A qué esperas para beneficiarte de todas estas ventajas?

VidaCaixa

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