Recientemente se ha celebrado el Día Mundial de la Juventud, y en un escenario marcado por la crisis que ha vivido España y Europa, merece la pena reflexionar sobre el futuro de los jóvenes y sus preocupaciones y prioridades. ¿Qué importancia le dan al ahorro? ¿Cuáles son sus prioridades? En definitiva, ¿en qué piensan y qué les preocupa de su futuro?
Para el presidente del Consejo de la Juventud en España, Héctor Sanz, el tema que más preocupa a los jóvenes españoles es la cuestión socioeconómica. Sanz cree que lo que más les inquieta es el desempleo y destaca, además, la proliferación de empleos precarios para aquellos jóvenes que consiguen un trabajo. Unida a esta percepción de Sanz, el barómetro del CIS del pasado mes de julio arrojaba unos datos poco alentadores: para la población de entre 18 y 34 años, la sensación actual es que la situación económica es “mala” (43,75%) y la percepción más extendida entre este grupo en lo que respecta a su situación económica particular es “regular” (para el 44,1%).
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Jóvenes comprometidos, que priorizan valores como el ahorro y valoran la capacidad de esfuerzo
Esta situación socioeconómica de crisis es la que ha llevado, en parte, a que determinados valores asociados al esfuerzo y al ahorro empiecen a arraigar en este grupo de ciudadanos. Las épocas de crisis pueden ser un momento de toma de conciencia y de cambios en la manera de enfocar la vida y definir las prioridades y, según diversos estudios sobre este tema, los jóvenes tampoco son inmunes a estas situaciones.
Uno de estos estudios es el que ha llevado a cabo el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, un centro privado creado por la FAD (Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción). Dicho informe afirma que los jóvenes de hoy presentan una actitud más conservadora respecto a diversas posturas ante la vida, independientemente de la ideología que tengan. El estudio asegura que es la situación actual la que ha llevado a los jóvenes de entre 18 y 25 años a dar una especial importancia a valores entre los que se encuentran el ahorro, el esfuerzo, y un mayor compromiso e interés por temas políticos y sociales. Este interés por la política no necesariamente está relacionado con sentimientos positivos: al 53,9% de los encuestados la situación política les inspira indignación, al 52,1%, desconfianza, y al 47,7%, impotencia.
Son jóvenes para los que existen canales de participación alternativos a los sistemas tradicionales. Son muy activos en redes sociales y participativos, y ven en las nuevas tecnologías una plataforma para comprometerse socialmente en diferentes causas, más allá de afiliaciones a partidos políticos y a un sistema de participación en la vida pública más “tradicional”, vivido por jóvenes de anteriores generaciones.
«En los últimos años, quizá a causa de la crisis, los jóvenes españoles se han hecho más ortodoxos, más formalmente correctos, más proactivos frente a lo comunitario, más implicados en lo común y mucho más preocupados por la seguridad», señala el informe. En esta línea, el panorama laboral, más inestable que hace unos años, y un entorno laboral cambiante y competitivo desencadenan un mayor interés e implicación de los jóvenes por el ahorro. De esta forma, la mayor conciencia sobre su futuro les está llevando a tomar medidas para ahorrar e informarse sobre las diferentes opciones dentro de las posibilidades y situación personal de cada uno.
