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Cada vez vivimos más y con mayor calidad de vida, por lo que prolongar la vida laboral puede suponer una ventaja para quienes deciden seguir trabajando y para el conjunto del sistema. Por eso, en España, quienes acceden a la jubilación después de haber cumplido la edad ordinaria establecida pueden beneficiarse de un incremento en su pensión de jubilación después de los 65 años.
Este aumento en la pensión no es automático, pero sí está regulado por ley, concretamente se recoge en el Real Decreto‑ley 5/2013, de 15 de marzo, de medidas para favorecer la continuidad de la vida laboral de los trabajadores de mayor edad y promover el envejecimiento activo, mediante la cual se puede compatibilizar la pensión de jubilación con el trabajo por cuenta propia o ajena.
En este artículo te explicamos en qué consisten estos incrementos, cómo se aplican y de qué manera pueden ayudarte a mejorar tus ingresos durante la jubilación.
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¿En qué consiste el incremento de pensión por retrasar la jubilación?
Cuando una persona decide retrasar su jubilación más allá de la edad ordinaria, el sistema público premia esa decisión con un aumento en la cuantía de su pensión. Este incentivo, regulado por ley, se aplica mediante un porcentaje adicional por cada año completo trabajado tras haber cumplido la edad legal de retiro.
La finalidad de esta medida, como recoge el preámbulo de la ley, es favorecer la prolongación de la vida laboral, fortalecer la sostenibilidad del sistema de Seguridad Social, aprovechar más los conocimientos y experiencia de los trabajadores veteranos, así como ofrecer mayores ingresos en las etapas de jubilación.
Modalidades para incrementar la pensión después de los 65 años
Cuando decides seguir trabajando más allá de la edad legal de jubilación, se abren distintos caminos para lograr un incremento pensión jubilación después 65 años.
Existen varias modalidades para incrementar la pensión después de los 65 años, la jubilación demorada, la jubilación activa y los incentivos específicos para autónomos, que permiten seguir trabajando y generar incentivos económicos.
Jubilación demorada
Esta opción permite a los trabajadores aplazar el momento de jubilación de manera voluntaria y libre para seguir trabajando y recibir incentivos económicos en la pensión. Para poder acogerte a la jubilación demorada, debes haber cumplido la edad ordinaria de retiro y reunir el período mínimo de cotización exigido (al menos 15 años) para tener derecho a la pensión contributiva.
Las formas de incentivo de demora por retrasar la jubilación son las siguientes:
- Un porcentaje adicional sobre la pensión mensual: previamente era de un 4 % por cada año completo trabajado, y tras la reforma del Real Decreto‑ley 11/2024 entrado en vigor el 1 de abril de 2025, se permite que a partir del segundo año de demora se computen periodos superiores a seis meses e inferiores a un año con un aumento del 2 % adicional.
- Cantidad a tanto alzado: un pago único por cada año completo de demora, cuya cuantía depende de los años cotizados al cumplir la edad legal. Desde abril de 2025, también se recompensa medio año adicional de cotización con una cuantía proporcional.
- Una opción mixta: permite combinar un 4 % extra en la pensión por cada año trabajado tras la edad legal de jubilación con un pago único reducido al 50 % del incentivo completo por año cotizado. Está disponible para quienes retrasen su jubilación entre 2 y 10 años, y a partir del año 11, solo se aplica el porcentaje adicional.
Jubilación activa: trabajar mientras cobras parte de la pensión
Mediante la modalidad de jubilación activa, puedes compatibilizar el cobro de la pensión con el trabajo por cuenta propia o ajena. Gracias a las reformas recientes, se ha flexibilizado la compatibilidad entre trabajar y cobrar la pensión, y también la posibilidad de combinar esta modalidad con los incentivos de jubilación demorada. De este modo, aunque ya accedas a tu pensión, puedes seguir percibiendo parte de ella o manteniendo actividad laboral mientras generas incrementos adicionales por demora (bajo determinadas condiciones).
Autónomos
Los trabajadores autónomos también pueden beneficiarse de los incentivos por retrasar la jubilación, especialmente desde las últimas reformas. Quienes cumplan los requisitos legales y tengan a su cargo diez o más trabajadores pueden seguir trabajando y cobrar el 100% de su pensión.También reciben incentivos adicionales si deciden posponer el retiro, lo que equipara su situación con la del régimen general.
La importancia del incremento en las pensiones de jubilación después de los 65 años
Ahora más que nunca se hace necesario este incentivo por las siguientes razones:
- Sostenibilidad del sistema público de pensiones: al trabajar más tiempo, se reducen los años en que se cobra pensión y se incrementan las cotizaciones.
- Mejor aprovechamiento de talento senior y su experiencia: las empresas se benefician de mantener perfiles con tantos años de experiencia y conocimientos clave del sector.
- Adaptación demográfica: Con una población que envejece y una esperanza de vida mayor, incentivar que los profesionales se retiren un poco más tarde ayuda a equilibrar la ecuación entre cotización y jubilación.
- Mayor flexibilidad y personalización: las últimas reformas ofrecen más opciones de incentivo (porcentaje, pago único, mixto) y permiten compatibilizar mejor el trabajo con la pensión de jubilación, lo que hace más atractiva la decisión de demorar el retiro.
¿Qué debes tener en cuenta a la hora de demorar tu jubilación?
Si estás valorando ampliar tu etapa laboral para mejorar tu pensión, conviene revisar algunos factores clave:
- Tus años cotizados al cumplir la edad legal. Cuantos más, mayor el incremento que puedes lograr.
- Qué opción de incentivo (porcentaje extra, pago único, mixto) te conviene más según tu situación personal.
- Verificar la compatibilidad con tu trabajo actual, especialmente si quieres seguir en activo parcialmente.
- Simular cuál será la cuantía de la pensión si te jubilas ahora frente a hacerlo dentro de uno o dos años más. Esto te permite tomar una decisión informada.
- Considerar tu situación financiera y tus proyectos de vida tras el retiro: a veces merece la pena jubilarse antes y disfrutar, pero otras veces puede convenir elegir una vida laboral más larga para mayor tranquilidad financiera futura.
Recapitulando
El incremento de la pensión de jubilación después de los 65 años es mucho más que un incentivo puntual. Es una herramienta que reconoce el esfuerzo y la continuidad laboral, fortalece tu estabilidad financiera en la jubilación y contribuye al equilibrio del sistema público.
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