¿Qué es el testamento vital y dónde se hace?

El testamento vital o testamento de voluntades anticipadas es un documento para poder  manifestarse libremente y poder ejercer el derecho a respetar las decisiones, voluntades o valores y asegurar que se mantienen ante cualquier situación de mayor vulnerabilidad. 

Es una forma de poder respaldar las decisiones de cualquier persona, así como sus preferencias en procesos médicos, de enfermedad y muerte. A veces, puede confundirse con la herencia o el legado pero en este post te contamos qué es un testamento vital, dónde se hace y cuales son las características de este documento legal. 

¿Qué es el testamento vital?

El testamento vital es un documento en el que una persona mayor de edad, con capacidad legal suficiente, manifiesta libremente las instrucciones, sus decisiones, últimas voluntades e incluso, es el espacio en el que puede expresar sus ideas, valores propios y asegurar que se respetarán cuando presente una situación de vulnerabilidad o después de su muerte. 

En concreto, en el testamento vital se pueden detallar las preferencias sobre las actuaciones médicas que deben tenerse en cuenta cuando se encuentre en una situación en la que no pueda expresar su voluntad. Se trata de una forma de poder continuar ejerciendo el derecho a ser respetado, ya que los valores son el conjunto de ideales y creencias de una persona que dan sentido a su proyecto de vida y que respaldan sus decisiones y preferencias en cuestiones de salud, enfermedad y muerte.

En este documento la persona deja constancia escrita de su voluntad con relación a los tratamientos médicos a los que desea someterse o no, en caso de enfermedad, llegado el momento en que no pueda expresarse por sí misma o una vez fallecida, sobre el destino de su cuerpo o de sus órganos.

Basándonos en la definición del Ministerio de Sanidad, es un documento legal que en España se conoce como Instrucciones Previas o documento de Voluntades Anticipadas, y permite a una persona expresar sus deseos y preferencias en relación con tratamiento médicos y decisiones de atención médica que desea o no desea recibir en caso de que en el futuro se encuentre en una situación en la que no pueda comunicar sus deseos debido a una enfermedad grave o una lesión grave, con lo que se permite la planificación médica anticipada. 

Así, se puede decir que el testamento vital es la decisión de una persona mayor de edad, con capacidad legal suficiente, y que manifiesta libremente las instrucciones o voluntades para que se cumplan en caso de no estar en plenas facultades como para tomar esta decisión por sí mismo.

Testamento vital: ¿Dónde se hace?

En España, las Instrucciones Previas se rigen por la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, que regula la autonomía de la persona, así como los derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica. Para hacer un testamento vital o instrucciones previas en España, el documento se debe firmar por el interesado ante un notario. Te contamos los pasos, dónde se hace el testamento vital y qué debe cumplir el documento para ser válido legalmente. 

1. Redacción del documento. Se debe redactar un documento con la fecha y el lugar, el nombre del interesado y en el que se expresen los deseos y preferencias o últimas voluntades. También se pueden añadir detalles sobre tratamientos médicos, cuidados paliativos, reanimación o todo lo que se considere oportuno. Incluso las decisiones a tomar tras la muerte de la persona. 
2. Firma y legalización. El testamento legal se hace ante notario, debe ser firmado tanto por el interesado como por un notario, o en su defecto, ante tres testigos mayores de edad que no sean familiares ni tengan relación laboral con el interesado. Es importante que la firma se realice en presencia de testigos para que sea válido. 
3. Registro. Es aconsejable registrar el documento  en el Registro de Voluntades Anticipadas de la comunidad autónoma correspondiente. Cada comunidad autónoma en España tiene su propio registro. Esto asegura que los profesionales de la salud tengan acceso a tus instrucciones en caso de necesidad.

Cómo hacer un testamento vital: ¿qué incluir y qué no en el documento?

Puede que surjan dudas y que se necesite recurrir a ayuda para hacer un testamento vital, sobre todo porque se trata de un documento importante para que las personas puedan seguir ejerciendo sus derechos cuando no estén en plenas facultades o incluso, tras su muerte. Por ello, te detallamos cómo hacer un testamento vital, lo que se puede incluir y lo que no.  

Lo primero que se debe tener claro son nuestros objetivos vitales y valores personales, para ayudar en su día a la interpretación del propio documento y para que sirvan de orientación a los médicos en el momento de tomar las decisiones clínicas que nos afecten, según marca el propio ministerio y el Gobierno de España.

Después están las instrucciones sobre tratamientos médicos e intervenciones médicas que se desee recibir en caso de enfermedad, siempre que sean acordes con la buena práctica clínica y sean legales. También se pueden incluir aquellas que no desea recibir. 

Además, la misma fuente oficial indica que se puede designar a un representante, que actúe como interlocutor ante el médico responsable o ante el equipo sanitario, alguien de confianza que también pueda, no sólo interpretar las instrucciones del documento, sino también tomar las decisiones que corresponda, cuando no se hayan previsto.

Se puede hacer constar nuestra decisión respecto a la donación de órganos y el destino de nuestro cuerpo. En este documento, queda reflejada la voluntad de su autor con relación a límites sobre cuidados médicos a recibir o no, sobre todo en el caso de padecer una enfermedad irreversible y terminal que le vaya a provocar el fallecimiento con toda probabilidad.

Y por supuesto, en el testamento vital se pueden incluir sus preferencias y voluntades llegado el momento de su fallecimiento, como por ejemplo si desea ser enterrado o incinerado. 

En todo caso, en el testamento vital no deben incluirse determinadas cuestiones que el personal sanitario no puede llevar a cabo, es decir, actuaciones que sean contrarias a la ley, como la eutanasia activa, tampoco puede realizar actuaciones contrarias a las buenas prácticas clínicas, a prácticas médicas aceptadas generalmente como adecuadas para tratar una enfermedad en un momento concreto y deberá respetar las preferencias manifestadas, siempre y cuando sean acordes a su criterio profesional.

Testamento vital en vida

Resulta fundamental que los familiares y personas cercanas sepan de la existencia de este documento para que no quepa duda de que se deben respetar sus derechos en caso de ser necesario.

Además, se debe tener en cuenta que las leyes pueden variar o modificarse, por lo que la recomendación pasa por consultar con un abogado o profesional legal para asesorarse sobre cómo hacer un testamento vital, qué incluir en un documento de este tipo y cómo realizar el registro del mismo. Es importante mantener el documento actualizado y para ello se recomienda acudir a un profesional. 

¿Quiénes pueden otorgar un testamento vital?

Pueden otorgarlo quienes hayan alcanzado la mayoría de edad. Los mayores de 16 y menores de 18 años pueden hacerlo si están emancipados, es decir, si ya no están sujetos a la patria potestad de sus padres.

Además, se requiere que puedan expresarse de forma libre, es decir, sin coacciones, y siempre que se encuentren en el pleno uso de sus facultades mentales. Las personas incapacitadas judicialmente pueden otorgar un testamento vital siempre y cuando la sentencia no lo prohíba expresamente y si se encuentran con capacidad en el momento de hacerlo.

En conclusión: ¿Por qué es importante hacer un testamento vital?

Hacer un testamento vital es una forma de garantizar que se respeten nuestras decisiones con respecto a temas tan significativos como qué tratamiento médico queremos recibir en caso de sufrir una enfermedad irreversible, o si queremos o no donar nuestros órganos. Gracias al testamento vital podemos asegurar que se cumplan nuestras voluntades en el caso de que, llegado ese momento, nos encontramos impedidos para expresarlas por nosotros mismos.