La teoría de Phoebe Buffay en Friends es cierta: las langostas se enamoran y conviven con su pareja hasta el fin de sus días, comparten madriguera, hacen actividades conjuntas y llegan a ser como cualquier matrimonio. “Está probado que las langostas se enamoran y se juntan para toda la vida”, decía este personaje en la famosa serie de Friends.
Una vida en compañía y con un entorno social fuerte es clave pero además de eso existe otra teoría sobre este animal que se considera casi inmortal y en este artículo te contamos el secreto de las langostas para vivir eternamente o, al menos, en el caso de los humanos para alargar la vida y retrasar el envejecimiento. ¡Sigue leyendo!
El secreto de las langostas que alarga la vida
Por si no lo sabías, las langostas son un animal que no envejece, gracias a sus células. Los más ambiciosos, quizá aspiran a conseguir una vida eterna como la de las langostas, pero en el caso de los humanos no se le puede ganar la partida al tiempo ni a la vejez, el deterioro no tiene remedio.
¿Sabías que tu ahorro también puede ser responsable?
Muchos filósofos y psicólogos aseguran que la vida tiene tal valor por ser finita, también reconocen la necesidad de marcarse objetivos que la hacen más larga y llevadera. De hecho, gracias a ello puedes retrasar el envejecimiento, como lo hacen las langostas. Más o menos.
Aunque en el caso de estos animales marinos la cuestión tiene más que ver con sus condiciones biológicas que con otras cuestiones, de ellos podemos aprender su manera de pasar por este mundo y convivir. La clave está en que las células de las langostas están en constante división y regeneración.
Alargar la juventud depende en un 80% de tu forma de vida
Una de las principales razones del envejecimiento la encontramos en que en cada nueva división de las células se produce una pérdida o una degradación en el ADN. Esa degradación ocurre en los telómeros, que son los extremos de los cromosomas donde se condensa el ADN. Con cada nueva división celular estos telómeros se acortan hasta que las células ya no pueden reproducirse más.
Las langostas son capaces de inhibir este proceso porque tienen una gran concentración de la famosa enzima llamada telomerasa, que hace que su ADN esté intacto toda su vida. La telomerasa tiene la capacidad de alargar la vida pero, en el caso de los humanos, se desactiva al nacer.
Los científicos han confirmado que el proceso de envejecimiento empieza después de cumplir los 25 años, pero también demostraron que está determinado sólo en un 20% por nuestros genes y que todo lo demás depende de nuestros hábitos y de nuestra forma de vida. Y es aquí donde toma forma la teoría de la langosta.
¿Qué puedes aprender de las langostas para retrasar tu vejez?
Envejecemos sin una causa cien por cien científica o biológica, sino que más bien los expertos aseguran que el proceso de envejecimiento está provocado por muchos factores. Las langostas, aunque cuentan con esta ventaja en sus células, también tienen hábitos que son muy beneficiosos para alargar la vida: están siempre acompañadas y en pareja, conviven en sociedad, crían y tienen ciertos hábitos que nos resultan familiares.
Por qué sí, aunque no lo creamos, los científicos lo avalan: nuestro estilo de vida, nuestra nutrición o el entorno en el que nos desarrollamos influye directamente en nuestro envejecimiento. Es decir, se ha demostrado que la velocidad del envejecimiento depende, en gran medida, de factores externos. Y uno de los más relevantes es el estrés. Cuanto más nervioso estás, más se acortan tus enzinas telómeros y ya sabemos lo que pasa. La ganadora del Premio Nobel, Elizabeth Blackburn, fue quien explicó este proceso y es por ello que los científicos han trabajado en esta vía. ¿Qué retrasa el envejecimiento según la ciencia? ¡Te sorprenderá!
Un matrimonio duradero y fuerte, al igual que una amistad a largo plazo, contribuye al buen funcionamiento de los telómeros. Resulta que, cuanto más positiva es nuestra vida, más posibilidades tenemos de vivir más y retrasar nuestra vejez, porque es justo esto lo que influye en el trabajo de nuestras células y, por lo tanto, en nuestras vidas. Así que poner en práctica la teoría de la langosta tan sólo está en ti.
