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Hay un término que últimamente se lee y escucha mucho en el mercado laboral y que va tomando relevancia en este y en las formaciones universitarias, se trata de los «soft skills» o habilidades blandas.
Los cambios y avances sociales que vivimos han demostrado que la forma en la que tratamos a las personas es decisiva para todo. En el entorno laboral las soft skills son indispensables para poder desempeñar un trabajo en equipo de forma eficiente.
También son conocidas como las “habilidades clave del futuro” y están relacionadas con la inteligencia emocional, la neurolingüística, el coaching y hasta la neurociencia. ¿Quieres aprender más sobre ellas? Continúa leyendo, ¡Te contamos!
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Qué son las habilidades blandas
Las habilidades blandas son aquellas competencias interpersonales que posee una persona y le permiten interactuar con otras. Normalmente se enfoca en competencias relacionadas con la comunicación, la gestión del tiempo, la resiliencia o el liderazgo.
Al contrario que las habilidades duras, no se trata de habilidades técnicas sino que son innatas, se atribuyen completamente a la personalidad de una persona.
Normalmente, las soft skills se pueden dividir en tres categorías:
- Capacidades interpersonales, hacen referencia a cómo eres tú como individuo independiente, es decir, tu personalidad.
- Competencias sociales, referente a cómo actúas como individuo social, es decir cómo te relacionas con las personas.
- Habilidades metódicas, es decir, cómo te enfrentas a estos retos.
Por qué son importantes las soft skills
Las habilidades blandas son muy importantes en todos los ámbitos, sin embargo, en un mundo laboral siempre cambiante y marcado por las nuevas tecnologías, las soft skills pasan a ser un elemento decisivo a la hora de elegir a un candidato u otro durante un proceso de selección. Sobre todo cuando se presentan candidatos que tienen una experiencia, formación y habilidades muy similares.
Se ha demostrado que aunque se posean muchos conocimientos técnicos sobre ciertos campos profesionales, existen puestos de trabajo que necesitan que sus trabajadores tengan soft skills desarrollados. Por ejemplo, hay trabajos que requieren un mayor trabajo en equipo, otros saber hacer frente a cambios constantes.
Muchos estudios apuntan a que el futuro del trabajo estará más enlazado que nunca con las habilidades blandas que con las habilidades técnicas. Por eso, saber desarrollar nuestros soft skills será (y de hecho ya es) algo muy bien valorado en cualquier puesto de trabajo.
Diferencia entre habilidades blandas y habilidades duras
Ahora que sabemos lo que son las soft skills, podríamos decir que las hard skills o habilidades duras, son lo contrario a estas. A diferencia de las habilidades blandas, las habilidades duras no son interpersonales: las hard skills sí se enseñan en colegios, institutos, universidades… En definitiva, son habilidades que cualquier persona podría adquirir si coge un libro, papel y boli.
Por lo tanto, la gran diferencia entre ambas habilidades es que las hard skills representan aquellas cosas o procesos que has aprendido a hacer o herramientas que has aprendido a usar y podrían ser evaluadas de forma sencilla, mientras que las habilidades blandas son rasgos interpersonales que has desarrollado con el tiempo y son difíciles de evaluar.
Ejemplos de soft skills
Existen muchas habilidades blandas, de hecho hay listados interminables. Por eso, hemos hecho una selección con las tres soft skills más demandadas a la hora de buscar empleo.
Habilidades de comunicación
Saber transmitir nuestras ideas y pensamientos es algo que no todo el mundo sabe hacer de forma clara, concisa y efectiva.
Se trata de una habilidad tanto oral como corporal, el proceso de comunicación es 10% verbal y 90% no verbal. Por lo que no se trata solamente de lo que decimos, sino de cómo lo decimos: postura, gestos, tono, contacto visual, expresiones faciales, etc. La comunicación es un soft skill que siempre es necesario mejorar, así podemos comunicar adecuadamente un mensaje a nuestros interlocutores.
Inteligencia emocional
En un entorno donde lo digital cobra cada vez más relevancia, es importante comprender y ser conscientes de las emociones que sentimos, la inteligencia intrapersonal, y de lo que sienten los demás, la inteligencia interpersonal.
Una capacidad que permite a los grandes líderes empatizar con sus compañeros y entender cómo las emociones de estos pueden impactar en la jornada diaria y poder así controlarlas. Sin duda, es una soft skill clave a la que aspirar y que podemos entrenar en cinco sencillos pasos.
Gestión del estrés
Momentos de incertidumbre, nuevos proyectos, nuevas herramientas o nuevos compañeros de trabajo. Los cambios siempre están presentes en nuestro día a día y no deberíamos tenerles miedo. Aun así, el cambio es un factor que estresa a muchas personas.
Una de las habilidades blandas más demandadas es la gestión del estrés. Saber gestionar este estado anímico nos ayudará a buscar y encontrar soluciones ante los cambios y retos que aparezcan y evitar desarrollar síndromes como el burnout laboral.
Cómo desarrollar los soft skills
Sorprendentemente, las habilidades blandas, al igual que las habilidades duras, pueden aprenderse, desarrollarse y perfeccionarse. Para ello, se debe tener presente lo siguiente:
- Conciencia: tener claro que necesitamos trabajar ciertas habilidades. Elige qué habilidad o habilidades vas a aprender, en qué consiste y para qué quieres aprender esa soft skill.
- La práctica: al igual que cuando aprendemos a conducir, las habilidades blandas precisan de una práctica consciente para que luego pasen a ser un proceso automático.
- No tienen límites: el desarrollo de las soft skills es un proceso continuo que siempre se puede mejorar. El conocimiento va creciendo de forma exponencial.
Recapitulando
Dominar soft skills nos permite ser mejores personas, saber relacionarnos y comunicarnos mejor con los demás. En el mundo laboral destacan las personas que poseen habilidades blandas, de hecho, es más probable que estas personas lleguen a liderar equipos, ya que saben gestionar y relacionarse de forma más efectiva con sus compañeros.
Por todo esto, poseer habilidades duras es esencial en el inicio de nuestra vida laboral, sin embargo, si queremos ascender y seguir creciendo profesionalmente, debemos tener un amplio dominio de las habilidades blandas. Un aspecto muy importante si además, queremos llegar a estar a cargo de equipos.
