huella digital definición
Protégete a ti y a los tuyos

La huella digital, ¿qué es y cómo controlarla?

Mayo 2, 2023 7 min

El mundo digital es asombroso. A toque de clic puedes encontrar toda la información que quieras, las posibilidades de Internet son infinitas, pero ¿sabías que todo lo que hacemos queda registrado?

Como si se tratara de Pulgarcito dejando un rastro de migas de pan para no perderse, la huella digital es el rastro que dejamos en Internet: leer el periódico online, acceder a tu app del gimnasio, suscribirte a una newsletter, mirar ropa en un e-commerce o enviar un email, todas estas acciones están en tu huella digital. 

La huella digital es el camino que recorre cada usuario a través de cada pantalla, es el uso que hacemos de las redes sociales, de los motores de búsqueda y hasta de nuestra localización. Si quieres aprender más sobre este concepto… ¡Continúa leyendo!

¿Qué es la huella digital?

Seguro que más de una vez has escuchado algo como “lo que haces en Internet se queda allí para siempre” y bueno, no queremos alarmarte, pero sí concienciarte de que así es. Lo que hacemos en Internet crea un rastro de datos que pueden ser almacenados. 

A esto se le conoce como huella digital o sombra digital, un término que nace con el boom de Internet y que hace referencia al rastro de información que dejamos con nuestra actividad en Internet. 

Cada vez que accedemos a una página web, dejamos una reseña del hotel donde hemos pasado las vacaciones,  enviamos un email a un compañero, publicamos una foto en Instagram o comentamos un hilo de Twitter, nuestra presencia quedará guardada. 

No siempre somos conscientes de que vamos dejando un halo sobre lo que hacemos; muchas veces ese rastreo comienza con la aceptación de las famosas cookies, quienes no nos quitan el hambre pero sí saben por dónde navegamos. 

¿Qué son las cookies?

Aunque más de uno quisiéramos que las cookies fueran lo que su nombre indica, galletas en inglés, en el mundo digital poco tiene que ver con estos ricos dulces, salvo por sus migajas. Porque lo cierto es que cuando comemos galletas resulta casi imposible que no se caigan algunas migas, y son esas miguitas, las mismas que las del cuento de Pulgarcito, las chivatas de lo que hemos comido y de lo que hacemos o dejamos de hacer en Internet. 

Las cookies son utilizadas por las empresas para recopilar información sobre los usuarios que acceden a sus sitios web. Seguro que más de una vez cuando has entrado a  una página web por primera vez te ha saltado una ventanita donde pone “aceptar cookies / rechazar cookies” junto a una explicación de la finalidad de ese permiso. ¡No tienes de qué preocuparte! Las cookies no tienen por qué ser malas, al menos no siempre. Las empresas las utilizan para ofrecerte un servicio más personalizado, tanto en su web como en su publicidad online. 

Dos tipos de huella digital

Nuestra huella digital se puede clasificar en dos tipologías, activa y pasiva. ¡Te contamos!

Huella digital activa

Nuestra sombra digital es activa cuando como usuarios compartimos información de forma deliberada. ¿A qué nos referimos? Te resumimos algunas de las acciones que hacemos y que dejan nuestro rastro de datos de forma directa: 

  • Publicamos en redes sociales que hemos estado de viaje, hemos cambiado de trabajo, estamos en una relación o que nos hemos comprado el modelo de coche “X”. 
  • Escribimos en un foro hablando sobre un tema o preguntando sobre ello. 
  • Rellenamos un formulario online para suscribirnos a una newsletter. 
  • Aceptamos las cookies en tu navegador.
  • Cada vez que iniciamos sesión en cuentas y publicamos o enviamos información. 

Huella digital pasiva

Al contrario de la activa, la huella digital pasiva es esa que creamos de forma inconsciente:

  • Cuando accedemos a sitios webs, recopilan nuestra dirección IP, el número de veces que hemos accedido, de donde venimos o el tipo de dispositivo que hemos utilizado para acceder a él. Esta información se suele recopilar en las empresas para intereses de marketing y comunicación. 
  • En redes sociales también creamos una huella pasiva con nuestros me gustas a ciertos tipos de contenidos, compartiendo contenido o siguiendo a ciertos perfiles. 

¿Cómo nos afecta nuestra huella digital?

Internet es la mayor base de datos del mundo, y con tanta información almacenada se pueden hacer muchas cosas y como todo en la vida, depende de las manos en las que caiga. 

En el mejor de los casos, esta información será tratada con fines comerciales y de marketing, por ejemplo: has navegado en una web y has visto unas gafas de sol, sin embargo, has cerrado la página sin llegar a comprarla. Al día siguiente vas a leer tu periódico digital y justo al lado de la noticia aparece una publicidad sobre esas gafas. Esto es debido a las cookies, en este caso se utilizan para ofrecerte una publicidad y comunicación más personalizada. 

Si nos situamos las posibles amenazas resultantes de nuestra huella digital podemos hablar de:

  • Suplantación de identidad: las fotos que colgamos en redes sociales o en webs pueden ser utilizadas por otros usuarios para crear perfiles con nuestras imágenes. También es muy común la técnica del phishing por parte de cibercriminales. 
  • Pueden afectar a nuestra reputación: los datos almacenados en Internet pueden estar al alcance de cualquier persona, por lo que en procesos futuros como contrataciones, acceso a universidades u otros ámbitos, nuestra huella digital puede influir sobre ellos. 
  • Filtración de datos: se puede dar el caso de que parte de la información que compartimos de forma directa con webs y empresas digitales, puedan ser filtradas a través de ciberataques. 

¿Cómo podemos controlar nuestra huella digital?

Para controlar nuestra huella digital te recomendamos seguir los consejos que dan los especialistas en ciberseguridad, ¡una forma de limitar y proteger nuestros datos personales!

  • Limita la cantidad de datos que compartes: considera las webs donde introduces tus datos personales. ¿Merece la pena esa información a cambio de la tuya?
  • En redes sociales: además de entretenernos consumiendo y creando contenido en redes sociales, debemos de ser cautelosos con el intercambio de información. Limita tu círculo de contactos, privatiza tu perfil o no des detalles de información sobre ubicaciones. 
  • Elimina cuentas antiguas: reduce tu huella digital eliminando cuentas que ya no utilizas o que, sinceramente, no has utilizado nunca. 
  • Utiliza una VPN: navegar por una red privada virtual es una forma de proteger tu huella digital. Las VPN esconden tu dirección IP y amparan tu seguridad al navegar por Internet. 
  • Lee bien las cookies: como la letra pequeña de un contrato, lee bien a que quieren acceder las cookies del navegador y acepta solo aquellas que creas relevantes. ¡Deja las “cookies” para acompañar el vaso de leche del desayuno!

Recapitulando sobre la huella digital…

¡Antes de pulsar el botón de publicar piénsalo dos veces! Internet es increíble y ha democratizado el acceso a la información a millones de personas. Poder estar conectados y compartir contenido, en tan solo unos segundos, con usuarios que están a miles de kilómetros de distancia era imaginable hace cien años. 
Utilicemos las nuevas tecnologías de forma consciente y moderada, siempre pensando antes de actuar, así podemos evitar posibles fraudes. ¡Proteger tu información es protegerte a ti!

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