¿Cuántas veces has tenido que ponerte a hacer algo y lo has dejado por pereza o por falta de ganas, y te has puesto a buscar otras cosas por Internet que te distraen más, para sentirte después culpable por no haber hecho lo que debías? ¿Sueles pensar “mañana me pongo” o “luego lo hago”, y al final acabas haciéndolo a contrarreloj y con nervios porque no te da tiempo? La mayoría de personas lo hacen o lo siguen haciendo, y desde hace un tiempo se ha puesto de moda el nombre que lo define: procrastinar. No es una cuestión de tiempo, es más bien una cuestión de falta de ganas y de motivación. Y lo hacen los estudiantes y los adultos, tanto en la vida profesional como en la personal, de modo que pueden ir pasando los años y llegar a la madurez habiendo convertido esta forma de actuar en un hábito que condiciona muchas de nuestras decisiones y actividades diarias.
Lee también: Deja estos cinco malos hábitos. Vivirás más y mejor
En general, solemos preocuparnos por nuestro presente y buscamos actividades que nos satisfagan de forma inmediata, y todo aquello que implica pensar en el futuro, aunque teóricamente nos interese e incluso nos inquiete, lo vamos postergando porque sobrevaloramos los beneficios inmediatos y tendemos a evitar afrontar situaciones que nos generan un cierto malestar o aburrimiento. De esta forma, procrastinamos tareas diarias (ordenar el armario, arreglar cualquier cosa, ir al gimnasio…), profesionales (reuniones, llamadas de teléfono que no nos apetecen, informes densos), y también lo hacemos con decisiones que afectan a nuestro futuro personal, como el hecho de pensar en la jubilación y cómo nos la planteamos.
¿Sabías que tu ahorro también puede ser responsable?
El refranero popular es sabio: no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy
La llegada de Internet ha facilitado la tendencia a procrastinar. Nos tomamos un café y nos autoconvencemos de que entraremos en Facebook cinco minutos, o echaremos un vistazo a Twitter o Instagram, y nos pondremos manos a la obra con lo que toca. Pero la mayoría de las veces, esos cinco minutos se alargan porque empezamos a ver vídeos graciosos, a mirar fotos y a chatear, y ha pasado casi una hora y estamos en el mismo punto. ¡Incluso en Facebook se ha creado el grupo Club Internacional de Procrastinadores! Pero Internet también ofrece programas, aplicaciones y webs para aprender a gestionar el tiempo y evitar caer sistemáticamente en el “luego me pongo”.
Más allá de las propuestas y herramientas de Internet, veamos qué posibilidades reales y al alcance de todos tenemos para vencer la tendencia a procrastinar. No se trata de cambiar de la noche a la mañana, pero sí puede ser interesante ir incorporando estas rutinas en nuestra vida, de cara a mejorar en general cómo gestionamos nuestro tiempo. Y no vale decir que “toda la vida he funcionado así”. Nunca es tarde para mejorar nuestra calidad de vida.
Recuerda que lo verdaderamente importante, más allá de confeccionar listas y organizarte, es hacer. También se puede caer en la trampa de planificar en exceso y no ponerse manos a la obra con lo que toca y, muy importante, cuando toca. La ropa sucia que está en el cesto no va a lavarse sola por mucho que hayas incluido la tarea en tu lista, el armario no se va a ordenar solo, ni nadie hará por ti el informe que te han encargado y que tienes pendiente. Por lo tanto, pasa de la teoría a la práctica, toma decisiones y actúa.
En ocasiones, la edad puede ser un obstáculo para encontrar trabajo. Para ayudar a la…
Cuidar a un familiar en una situación de dependencia, es un trabajo que requiere tiempo…
El sistema de pensiones en España es uno de los pilares de nuestro Estado del…
La necesidad de un objeto que te permita transportar consigo objetos personales, entre ellos el…
El aumento de precios afecta a tu bolsillo y la inflación se ha convertido en…
La jubilación es una época que ofrece muchas oportunidades a todas aquellas personas que se…