Antes de invertir, es importante controlar ciertos términos y conceptos que pueden no sernos tan familiares ni evidentes. Si queremos maximizar nuestros ahorros y asumir un riesgo adecuado a nuestras circunstancias, es clave, en primer lugar, manejar y comprender todo el vocabulario con el que nos vamos a topar si empezamos a invertir.
En este post, te traemos los conceptos que necesitas conocer obligatoriamente si te lanzas al mundo de la inversión. ¿Listo? ¡Comenzamos!
Una acción es una parte del capital total de una compañía (sociedad) que adquiere una persona, que se convierte entonces en accionista y por tanto en socio. El accionista posee una parte proporcional de la compañía, dependiendo de las acciones que compre. La rentabilidad que nos aporte la acción es variable, es decir, no podemos saber previamente si aumentará o disminuirá su precio, y por tanto si tendremos beneficio o pérdida.
Haz tu simulación: Descubre el plan de ahorro ideal para tu futuro.
El conjunto de bienes y derechos de una compañía, esto es, lo que tiene más lo que se le debe. Los activos muestran las inversiones realizadas por una compañía y además, son productos financieros en los que podemos invertir.
El bitcoin es una moneda virtual, intangible y sin origen de emisión (no la emite ningún gobierno) que fue creada en 2009. Para realizar transacciones con esta moneda no son necesarios bancos ni organizaciones intermediarias, se efectúan por internet de un dispositivo a otro. Usamos el término ‘Bitcoin’ en mayúscula para hablar de la red o el protocolo y ‘bitcoin’ en minúscula para referirnos a la unidad monetaria.
Es el mercado en el que las empresas ponen a la venta acciones para poder financiarse y seguir desarrollándose. Es el lugar en el que compradores y vendedores intercambian esas acciones por un precio acordado.
Las empresas y gobiernos emiten títulos de deuda que pueden comprar los inversores: los bonos. A lo largo de la vida de un bono, el inversor recibe intereses y cuando el bono vence, recibe el dinero que invirtió.
Profesión que consiste en actuar de intermediario en operaciones de compra venta de activos financieros y de acciones en bolsa. Solo tiene el poder de ejecutar la operación de parte de sus clientes, no tiene poder de decisión propia.
Cuando realizamos una inversión, pagamos un porcentaje del dinero depositado a la gestora o entidad financiera por el servicio prestado.
Pérdida de valor de una divisa en relación con otra. Así, para adquirir una unidad de la divisa elevada es necesario más cantidad de la divisa devaluada.
Diversificar es esencial a la hora de invertir. Podemos diversificar invirtiendo nuestro dinero en distintos productos financieros, tipos de activos o mercados. Así, no arriesgamos toda nuestra inversión a una sola opción y el riesgo baja.
Porcentaje de las ganancias de una compañía, que esta reparte entre sus accionistas. Básicamente en la rentabilidad que dan las acciones.
Cantidad de dinero no invertido que debemos tener disponible para afrontar imprevistos, como caídas de nuestras inversiones. De esta manera, tenemos siempre liquidez asegurada, y se aconseja que sea suficiente para cubrir gastos de seis meses a un año.
Instrumento de inversión gestionado por un consejo de administración, que invierte en distintos activos o productos financieros. Este fondo se constituye con las aportaciones de varios inversores. Es una buena forma de diversificar nuestra inversión.
Cantidad de dinero que confíamos a una o distintas empresas con la intención de que aumente. Si esas empresas aumentan sus ganancias y por tanto su capital, el dinero invertido en ellas genera intereses. Al invertir nuestro dinero asumimos el riesgo de perderlo, por tanto cuánto más riesgo asumamos, mayor será la rentabilidad que obtengamos.
La liquidez de un activo es su capacidad para convertirse en dinero inmediatamente. Es decir, que podamos retirar el dinero invertido cuando queramos o en un periodo de tiempo. Así, un producto o activo será más líquido cuanto menos tiempo tengamos que esperar para poder recuperarlo.
Lo que obtienes de una inversión realizada, la suma de los intereses más la revalorización o depreciación por su precio en el mercado.
Correlación entre los beneficios que aporta una operación y la inversión realizada. Se mide en porcentaje.
En los productos financieros de renta variable, la rentabilidad no está fijada y por tanto depende de factores como las variaciones en bolsa o las ganancias de una empresa. Las acciones, por ejemplo, son productos de renta variable. La renta variable puede aportar una rentabilidad más elevada, pero conlleva más riesgo.
En los productos financieros de renta fija, la rentabilidad está fijada de antemano. Es decir, los intereses que se van a recibir por el dinero invertido han sido pactados, y por tanto el riesgo es más bajo. Los bonos y Letras del Tesoro son, por ejemplo, inversiones de renta fija.
El riesgo, en el mundo de las inversiones, es la falta de seguridad sobre la rentabilidad de una inversión concreta. Las inversiones son volátiles, pueden disminuir o aumentar su precio, y cuánto más arriesgada es una inversión, más puede variar ese precio.
Compra y venta de activos financieros con vistas de obtener rentabilidad a corto plazo. Requiere de un control exhaustivo de los mercados para detectar y aprovechar esos movimientos.
Variación de los precios de los activos. Un activo es volátil si su precio fluctúa considerablemente y a menudo.
En ocasiones, la edad puede ser un obstáculo para encontrar trabajo. Para ayudar a la…
Cuidar a un familiar en una situación de dependencia, es un trabajo que requiere tiempo…
El sistema de pensiones en España es uno de los pilares de nuestro Estado del…
La necesidad de un objeto que te permita transportar consigo objetos personales, entre ellos el…
El aumento de precios afecta a tu bolsillo y la inflación se ha convertido en…
La jubilación es una época que ofrece muchas oportunidades a todas aquellas personas que se…