¿Renta vitalicia o retiro programado? Comparativa, ventajas y ejemplo real

En España hay una de las mayores tasas de esperanza de vida del mundo. Según datos del INE, la esperanza de vida alcanzó los 83,1 años. En otras palabras, un español que se jubila alrededor de los 65 puede vivir en promedio hasta los 86 años. 

Estas cifras mantienen la tendencia ascendente y lo seguirán haciendo porque la previsión de los organismos internacionales es que viviremos cada vez más. La OCDE estima que para 2050 la esperanza de vida en España podría rondar los 93 años, consolidándola entre las más altas del planeta​. Esto significa que las generaciones futuras pasarán más años como jubilados que nunca en la historia.

Esta longevidad extraordinaria es una gran noticia en términos de calidad y duración de vida, pero conlleva importantes consecuencias económicas y sociales. Más personas viviendo hasta edades avanzadas implica más jubilados por cada persona en activo, lo que nos lleva al desafío de la sostenibilidad del sistema de pensiones, por ello es crucial planificar las finanzas personales tras jubilarse con herramientas y productos de ahorro que nos aseguren un colchón financiero, como las rentas vitalicias. 

¿Renta vitalicia o retiro programado, qué es mejor para planificar la jubilación?

Una modalidad de cobro de ahorro muy utilizada en algunos sistemas es el retiro programado, donde el jubilado va retirando de sus fondos acumulados una cantidad periódica planificada. Si bien el retiro programado ofrece flexibilidad y herencia del saldo remanente, presenta un riesgo importante: agotar los ahorros antes del fallecimiento si se vive más de lo estimado.

En una guía financiera, el Banco de España señala que esquemas de retiro que no cubren el riesgo de longevidad pueden dejar al jubilado sin ingresos en vida avanzada: “Si el interesado sobrevive a la edad estimada de la operación, dejará de percibir los ingresos complementarios. 

En otras palabras, si una persona planifica sus ahorros para, digamos, 20 años tras la jubilación pero vive 25 o 30 años más, puede encontrarse con su fondo agotado y sin renta en estos últimos años.

Por el contrario, existen productos diseñados específicamente para proteger contra esta incertidumbre. La renta vitalicia es “el único producto del mercado que permite cubrir el riesgo de longevidad, ya que paga rentas mensuales para toda la vida, dure esta lo que dure”​, según remarca la guía del Banco de España. 

Veamos en detalle qué diferencias hay entre ambos sistemas, cuál conviene más según el perfil del ahorrador, y un ejemplo real para ayudarte a decidir.

¿Qué es un retiro programado?

El retiro programado es un sistema mediante el cual el jubilado retira periódicamente fondos de su cuenta individual de pensiones. La cantidad se calcula en función del saldo disponible, su esperanza de vida y una tasa de rentabilidad estimada. Este modelo permite mantener la propiedad del capital, pero también implica asumir el riesgo de que el dinero se agote antes de tiempo, especialmente si hay cambios en la rentabilidad o si se vive más de lo previsto.

¿Qué es una renta vitalicia?

La renta vitalicia es un producto financiero que transforma el capital acumulado en una renta mensual garantizada de por vida. El jubilado entrega su capital a una aseguradora como VidaCaixa, que a cambio se compromete a pagarle una cantidad fija cada mes, independientemente de cuánto viva o de las condiciones del mercado. Existen distintas modalidades según el nivel de protección deseado para el capital o los beneficiarios (como vimos en este otro artículo).

Tabla comparativa: Renta vitalicia vs. Retiro programado

Ejemplo real: ¿qué conviene más?

Perfil: Teresa tiene 66 años, acaba de jubilarse y tiene 100.000 € ahorrados. Su prioridad es tener un ingreso mensual fijo que complemente su pensión pública, sin tener que preocuparse por la gestión del dinero. No tiene hijos y le preocupa quedarse sin fondos si vive más de 90 años.

• Si Teresa opta por un retiro programado, el sistema calculará una retirada mensual, por ejemplo, de 420 € al mes, estimando que vivirá 20 años. Sin embargo, si vive más tiempo, o si hay una baja rentabilidad, su fondo puede agotarse antes.
  
• Si en cambio contrata una renta vitalicia comenzará a cobrar aproximadamente 500 € al mes de por vida, sin importar si vive 20 o 35 años más.

Resultado: En su caso, la renta vitalicia es la opción más adecuada, porque le proporciona estabilidad, tranquilidad y mayor rentabilidad mensual. Además, si la contrata después de los 65 y reinvierte una ganancia patrimonial (por ejemplo, de una venta de vivienda), puede beneficiarse de ventajas fiscales.

Recomendaciones: planificación y rentas vitalicias

Dada la creciente longevidad y los riesgos mencionados, instituciones y expertos coinciden en la necesidad de planificar con antelación la jubilación y considerar mecanismos que aseguren ingresos de por vida. Algunos mensajes clave de organismos oficiales son:

• Diversificar las fuentes de pensión: la OCDE recomienda expresamente que los sistemas combinen el pilar público de reparto con esquemas de capitalización o de ahorro privado, de modo complementario y no sustitutivo​. 

Contar con ahorros o pensiones privadas adicionales reduce la presión sobre la pensión pública y proporciona un colchón ante recortes o ajustes futuros.

• Incentivar rentas vitalicias y seguros de jubilación: conscientes de las ventajas de las rentas vitalicias para cubrir la longevidad, las autoridades han establecido incentivos fiscales para fomentarlas. 

Por ejemplo, desde 2015 España permite que los mayores de 65 años que reinviertan el capital de la venta de cualquier bien como vivienda o acciones, en una renta vitalicia queden exentos de tributación por la plusvalía, hasta un máximo de 240.000 euros. Esto impulsa a muchos jubilados a convertir activos en una renta garantizada de por vida sin penalización fiscal. 

Además, las rentas vitalicias disfrutan de una tributación reducida sobre los rendimientos, especialmente a edades avanzadas, haciendo más atractiva su contratación​.

• Educación financiera y asesoramiento personalizado: otra recomendación institucional es buscar asesoramiento y proyectar distintos escenarios de longevidad. Naciones Unidas subraya que el envejecimiento poblacional impacta en todos los ámbitos, por lo que cada individuo debe “analizar y prever las diferentes necesidades que puedan surgir” en la vejez​. Esto incluye considerar gastos en cuidados de salud, dependencia, y cómo se financiarán en caso de vivir más años de los previstos. 

Organismos como el Banco de España y la CNMV insisten en la importancia de la educación financiera para la jubilación, promoviendo herramientas de cálculo de pensión y simuladores de ahorro para que los ciudadanos tomen decisiones informadas con antelación suficiente.

Conclusión

Si quieres jubilarte sin preocupaciones, ambos sistemas pueden ser válidos, pero sus diferencias son claras: el retiro programado permite conservar el control del capital, pero requiere mayor implicación y conlleva el riesgo de que el dinero se acabe. 

Mientras, la renta vitalicia te asegura una pensión de por vida, con la tranquilidad de no depender de los mercados ni de la longevidad. Para quienes buscan estabilidad, protección y despreocuparse de la gestión, la renta vitalicia es, sin duda, la mejor alternativa. 

Explora las ventajas de las rentas vitalicias de VidaCaixa para garantizar una jubilación tranquila en la que solo tengas que preocuparte de lo importante: disfrutar de tu retiro con los tuyos sin perder la calidad de vida.