¿Qué es una EPSV?

Las Entidades de Previsión Social Voluntarias (EPSV) son entidades privadas de suscripción voluntaria que tienen como finalidad la previsión social complementaria a la Seguridad Social y que son específicas del País Vasco, donde tienen su ámbito exclusivo de actuación. A diferencia de otros instrumentos de ahorro-previsión, las EPSV no están bajo la supervisión de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, sino de la Comunidad Autónoma del País Vasco.

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Por su funcionamiento, fiscalidad y coberturas, las EPSV son asimilables a los planes de pensiones. Al igual que estos, las EPSV pueden constituirse en dos regímenes: individual y de empleo.

Finalidad de los EPSV

Su finalidad principal es también la de constituir un capital, que se cobrará preferiblemente en forma de renta, para complementar los ingresos de la pensión pública, aunque también incluye las contingencias de fallecimiento, invalidez, enfermedad grave o desempleo de larga duración. Además, ambos instrumentos comparten la misma fiscalidad y es precisamente en su favorable tratamiento fiscal donde radica buena parte de su atractivo.

Ventajas de las EPSV

• Las aportaciones que se realizan cada año a una EPSV se desgravan en el IRPF, reduciendo la base imponible.
• Desde 2008, se permite el traspaso del capital a otra EPSV sin necesidad de tributar por los beneficios, ya sea para modificar el perfil de riesgo o bien para hacer frente a las situaciones de mercado.

Pero muchos expertos señalan que su verdadera ventaja radica en que se trata de ahorro basado en aportaciones periódicas e inversiones enfocadas al largo plazo, lo cual se traduce en evitar la volatilidad de los mercados financieros y aprovechar el efecto del ‘interés compuesto’, de forma que los intereses que genera el capital producen a su vez nuevos beneficios.

¿Qué diferencia una EPSV de un Plan de Pensiones?

Sin embargo, aun siendo productos equiparables, las EPSV tienen una serie de particularidades que las diferencian de los planes de pensiones:

• Las EPSV son promovidas por una entidad financiera, pero, a diferencia de los planes de pensiones, tienen personalidad jurídica propia y los ahorradores son socios de la entidad, en vez de partícipes.
• Desde la creación de las EPSV, el capital acumulado por cada socio se puede cobrar al cabo de 10 años, sin necesidad de esperar a que se produzca la jubilación. Un derecho que existe solo en las EPSV individuales, no en las de empleo, constituidas en el seno de las empresas. Esta mayor liquidez fue una de las razones de su éxito comercial sobre los planes de pensiones en el País Vasco, a pesar de que los posteriores cambios han hecho que hoy los planes de pensiones cuenten también con esta ventaja.
• La fiscalidad, aun siendo la misma que la de los planes de pensiones, en el País Vasco aún conserva un tratamiento favorable si se opta por recuperar el dinero en forma de capital, ya que la primera cantidad percibida tendrá el 40% exento, siempre que hayan pasado más de dos años desde la primera aportación y que no se perciba por los supuestos de invalidez o dependencia.
• No obstante, el límite de aportaciones anuales en las EPSV es inferior al permitido en los planes de pensiones. En las EPSV individuales la aportación máxima desgravable es de 5.000 euros, frente a los 1500 euros de los planes de pensiones. El límite aumenta si se trata de una EPSV de empresa, ya que las aportaciones realizadas por el empleador desgravan hasta 8.000 euros anuales. Eso sí, en conjunto no pueden superar los 12.000 euros anuales.
• Sin embargo, conviene recordar que estas particularidades están limitadas al ámbito del País Vasco. Una vez que se cambia de residencia fiscal y se pasa a presentar la declaración del IRPF en territorio común, ante la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), no se pueden desgravar las cuotas que se han aportado a la EPSV, ya que esta es para residentes fiscales en el País Vasco. Con la única excepción de los socios de EPSV de empleo.

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