¿Educación financiera para niños accesible? Es posible

Los niños son esponjas, tienen la capacidad de comprender y aprender conceptos mucho más elevada que los adultos. Es importante aprovechar estos años para que aprendan sobre economía personal y finanzas al igual que aprenden sobre otros conceptos generales.

Y es que la educación financiera para niños les será útil en su día a día como adultos, a la hora de ahorrar y de tomar buenas decisiones económicas. Está comprobado que las personas que tienen una buena base educativa sobre finanzas tienden a ahorrar más y mejor. Como todavía no entra dentro de los planes de estudio, te recomendamos que si tienes niños a tu alrededor, introduzcas conceptos financieros en su educación. Puede ser ameno y divertido si sabes cómo, así que aquí te van unas cuantas herramientas y consejos, ¡empezamos!

¿Qué es la educación financiera para niños?

La educación financiera reúne informaciones y conceptos que permiten comprender el funcionamiento de la economía, tanto a nivel doméstico como a nivel global. ¿El objetivo? Crear un hábito de ahorro y una base de conocimiento financiero para que los futuros adultos lo tengan más fácil a la hora de tomar decisiones del día a día como elegir una hipoteca, contratar un plan de ahorro o invertir su dinero. 

La información es el mejor remedio contra las malas decisiones financieras y el endeudamiento. Podríamos agrupar la base para poder comenzar con una buena educación financiera en tres grandes conceptos: ingresos, gastos y ahorro:

  • Ingresos. Es la entrada de dinero a una persona o familia, y suele provenir de un salario o actividad profesional por cuenta propia, aunque también de rentas, inversiones
  • Gastos. Es la cantidad de dinero que se gasta en compras y pagos. Es necesario enseñar a los niños la necesidad de tenerlos muy controlados para tener estabilidad financiera y tratar de no derrochar por encima de sus posibilidades.
  • Ahorro. Es el control de estos gastos, la reserva de una parte de los ingresos para el futuro, para momentos en que nos haga más falta o para adquirir algo más costoso.

Cómo hacer accesible la educación financiera para niños

Sabemos que puede no ser la información más sencilla ni más entretenida para presentar a los niños, pero sí hay formas de hacerlo más digerible y atractivo para ellos. 

A través de aplicaciones

Vivimos en la era de las aplicaciones, así que, ¿por qué no aprovecharlas? Pueden ser un buen reclamo para hacer más atractiva esta información práctica para los niños. Hemos recopilado las más interesantes:

  • Goalsetter: una aplicación para niños y adolescentes de 8 a 18 años que les enseña a gestionar su dinero gracias a tres apartados: ahorro para el futuro, compartir con otros y vivir experiencias importantes. Así, les anima a trabajar para cumplir sus objetivos mediante el ahorro.
  • Banqer: una plataforma de educación financiera para niños de primaria. Les enseña de manera práctica y mediante juegos el manejo de los recursos, la gestión de los ingresos y los gastos y la elaboración de presupuestos.
  • Homey: es la mejor app de ahorro para enseñar a los niños el valor del dinero y lo que cuesta comprar las cosas que les hacen ilusión. Permite asignar pequeñas tareas (hacer recados, hacer la compra, lavar los platos…) a los niños a cambio de pagas que les motiven a conseguir su meta de ahorro infantil.

A través de pequeños hábitos

Lo más importante en una buena educación financiera para los niños es instaurar pequeños hábitos que vayan viendo como naturales en su día a día. Puedes empezar con estos:

  1. Hacer visible en casa el manejo del dinero. Que los niños se habitúen desde pequeños a escuchar hablar sobre ahorro, inversión, gastos, comparación de precios… Es la mejor manera de que vayan interiorizando conceptos y vean el dinero como algo natural, como algo que se gana y se gestiona y no como algo que cae de los árboles.
  2. Fijar una paga. Puede ser mensual o semanal y del importe que consideremos. Así, el niño irá aprendiendo a administrar su dinero y a ponerle un valor a sus caprichos, ya sea unos cromos, un helado o algo más costoso, como un juguete.
  3. Transmitirles la utilidad e importancia del ahorro. La mítica hucha de barro puede ser una buena idea para que tus hijos comprendan el valor de ahorrar dinero durante un periodo de tiempo para conseguir un objetivo.

Recapitulando

Sí, es posible que los niños se interesen por las finanzas, solo hay que introducirlas de una manera suave y natural. Hablando de dinero de manera normal en el día a día, enseñándoles su valor, lo que cuesta ganarlo y lo importante de gestionarlo correctamente. También haciéndoles partícipes en su pequeña economía personal atribuyéndoles una paga y ayudándoles a administrarlo, inculcándoles la importancia del ahorro. 

Un adulto con una buena base de educación financiera ahorrará más y gestionará sus recursos mejor, así que ¿por qué no empezar cuanto antes?

VidaCaixa

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