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Cada vez vivimos más años. De hecho, la esperanza de vida en España supera ya los 83 años y sigue en aumento. Esto, unido a un mayor conocimiento sobre el funcionamiento del cerebro, ha hecho que conceptos como “alzhéimer” o “demencia senil” estén más presentes en nuestras conversaciones cotidianas. Sin embargo, a menudo se usan como sinónimos, cuando en realidad no significan lo mismo.
Comprender la diferencia entre alzhéimer y demencia es clave para saber cómo actuar, cómo apoyar a nuestros mayores y cómo anticiparse a los síntomas. En este artículo abordamos las principales diferencias entre la demencia senil y la enfermedad de Alzhéimer, dos realidades que comparten síntomas, pero tienen causas, evolución y tratamientos distintos.
¿Qué es la demencia?
La demencia no es una enfermedad concreta, sino un síndrome o conjunto de síntomas que afectan a la memoria, el pensamiento, el lenguaje, la orientación y el comportamiento. Puede deberse a distintas enfermedades neurodegenerativas, lesiones o alteraciones vasculares, y suele ser progresiva.
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La demencia senil, como se le ha llamado tradicionalmente, hace referencia a este deterioro cognitivo cuando aparece en personas mayores. Hoy en día, el término se considera anticuado e impreciso, y se prefiere hablar de “demencia” a secas, especificando su causa si se conoce (alzhéimer, demencia vascular, por cuerpos de Lewy…).
Llamar “demencia senil” a todos los deterioros mentales en la vejez puede llevar a errores. No todo deterioro es irreversible ni necesariamente alzhéimer.
¿Y qué es el alzhéimer?
La enfermedad de alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa crónica y progresiva, que representa entre el 60% y el 70% de los casos de demencia en personas mayores. Su causa exacta todavía se investiga, aunque se sabe que está relacionada con la acumulación anormal de proteínas (beta-amiloide y tau) en el cerebro, que dañan las neuronas y sus conexiones.
El alzhéimer no es una forma “grave” de demencia, sino una de sus principales causas. De ahí que se utilicen ambos términos como equivalentes, aunque técnicamente no lo sean.
Diferencias entre demencia y alzhéimer: tabla comparativa
Principales diferencias entre alzhéimer y demencia | ||
Característica | Demencia (síndrome) | Alzhéimer (enfermedad) |
Definición | Conjunto de síntomas que afectan a funciones cognitivas | Enfermedad neurodegenerativa concreta |
Causa | Múltiples causas: vascular, degenerativa, traumática… | Acumulación anormal de proteínas en el cerebro |
Evolución | Depende del tipo, puede ser estable o progresiva | Siempre progresiva y degenerativa |
Prevalencia | Aumenta con la edad, varias formas posibles | Es la causa más frecuente de demencia |
Síntomas iniciales típicos | Pérdida de memoria, dificultad para hablar o razonar | Pérdida de memoria reciente, desorientación |
Diagnóstico | Evaluación cognitiva y pruebas clínicas | Examen neurológico y pruebas específicas de imagen |
Tratamiento | Depende del tipo, algunos síntomas son reversibles | No tiene cura, pero se pueden ralentizar síntomas |
¿Por qué es importante saber diferenciar entre demencia y alzhéimer?
Identificar bien si se trata de un deterioro relacionado con el alzhéimer o con otra causa de demencia es fundamental para:
- Aplicar el tratamiento adecuado (no todos los tipos de demencia responden igual).
- Anticipar la evolución y preparar a la familia.
- Evitar el estigma y el miedo innecesario.
- Buscar apoyo profesional especializado.
Además, no todos los problemas de memoria en la vejez son alzhéimer. Algunas demencias son reversibles si se detectan a tiempo, como las causadas por deficiencias vitamínicas, trastornos del tiroides o efectos secundarios de medicamentos.
El alzhéimer es una enfermedad específica, mientras que la demencia es un término general. Todos los que tienen alzhéimer padecen demencia, pero no todas las personas con demencia tienen alzhéimer.
Entonces ¿cómo distinguir demencia y alzhéimer?
Aunque solo un diagnóstico médico puede establecer con claridad la causa del deterioro cognitivo, algunas señales pueden orientar:
- Inicio de los síntomas: en el alzhéimer suele comenzar con olvidos recientes y desorientación en el tiempo. Otras demencias pueden afectar antes a la personalidad, el habla o el juicio.
- Progresión: el alzhéimer es más lento, pero constante. Algunas demencias, como la vascular, pueden avanzar a saltos.
- Edad de aparición: el alzhéimer suele aparecer a partir de los 65 años, aunque hay casos precoces. Otras demencias pueden aparecer antes o después.
- Síntomas asociados: el alzhéimer se centra más en la memoria, mientras que otras demencias pueden provocar alucinaciones, temblores o caídas.
Conclusión: saber nombrar es saber cuidar
Hablar con precisión sobre el alzhéimer y la demencia no es un tecnicismo. Es una forma de visibilizar la enfermedad, comprenderla mejor y brindar un acompañamiento más informado y empático a quienes la padecen y a sus familias.
En un país como España, donde cerca de 900.000 personas viven con demencia, y más de la mitad con diagnóstico de alzhéimer, la información clara y fiable es el primer paso hacia una sociedad más preparada, más compasiva y más justa con nuestros mayores.