Una de las fuentes de financiación alternativas recientes que más popularidad han alcanzado es el crowdfunding, conocido también como micromecenazgo. Se trata de una fórmula creativa para reunir dinero con el fin de poner en marcha algún tipo de proyecto, iniciativa o empresa. ¿Quieres saber en qué consiste? Quién sabe, quizás sea la llave para hacer realidad ese sueño que siempre has querido alcanzar y para el cual nunca has conseguido reunir los recursos económicos necesarios.
La idea central en la que se apoya este planteamiento es la financiación colectiva. Un emprendedor, o cualquier otra persona, crea una comunidad alrededor de su idea, producto o servicio para recaudar los recursos que precisa. ¿Por qué resulta tan interesante?
Según la Wikipedia, la definición de este tipo de financiación es «cooperación colectiva impulsada por personas que crean una red para conseguir dinero u otros recursos con el fin de financiar esfuerzos e iniciativas de otras personas u organizaciones». Visto así, el micromecenazgo es conceptualmente maravilloso. Puedes obtener el dinero antes de poner en marcha tu actividad, y no exige compromisos de devolución desorbitados, más allá de los planteados previamente por quien lo impulsa.
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Dicho de otro modo: las aportaciones son individuales y voluntarias, a veces incluso desinteresadas, por parte de un colectivo de personas o entidades que lo van acumulando hasta permitir poner en marcha ese proyecto. Si lo piensas, es una estupenda manera de reunir el dinero necesario sin asumir grandes obligaciones posteriores. Y puedes aplicarlo a todo tipo de iniciativas: especialmente habitual es verlo en trabajos creativos, musicales y artísticos. Entre ellos, grabar un disco o rodar una película. También es frecuente en iniciativas sociales, campañas políticas, emprendimiento empresarial y refinanciación de deudas.
Internet se ha convertido en el canal perfecto para impulsar y llevar a término estos planteamientos de financiación. Y la aparición de múltiples plataformas de financiación colectiva ha sido la consecuencia de este auge tan significativo.
Se conocen como tales aquellos sitios web que permiten a personas de todo el mundo ofrecer o aportar dinero a los individuos u organizaciones que han decidido apostar por el micromecenazgo. En ellas se publican estos proyectos por un tiempo determinado, se gestionan y contabilizan las aportaciones y se informa en tiempo real de la situación de los mismos.
Existen muchísimas actualmente. Algunas son generales, como Lanzanos.com, Goteo.org, KickStarter, Indiegogo o Coavanza.com. Otras son específicas para empresas y start-ups, como Sociosinversores.es o MyTripleA. También son habituales las dirigidas a iniciativas sociales o a proyectos artísticos o culturales. Microdonaciones, Miaportación, GoFundMe y Migranodearena.org son buenos ejemplos de plataformas con intención social. Por su parte, los artistas y creadores utilizan canales como Verkami.com, Ulule.com o Pentian.com.
Debes tener en cuenta que, en su mayor parte, estas plataformas cobran comisiones de entre el 1 y el 7% por su respaldo y servicios. Si vas a elegir una de ellas, revisa estos términos a conciencia.
El concepto de comunidad se entiende como un conjunto de personas que comparten valores y una visión, persiguen metas similares, se mueven y están motivadas para actuar en una misma dirección. Solo si el emprendedor es capaz de movilizar y consolidar una comunidad suficientemente numerosa y activa en torno a su idea, presentándola de un modo atractivo y factible, la financiación podrá cubrirse.
Aunque puedes encontrarte excepciones y singularidades entre tantas alternativas disponibles, el funcionamiento habitual suele ser idéntico. Veámoslo.
La clasificación más útil de los micromecenazgos depende de la tipología de las recompensas que van a recibir las personas que aportan su dinero. Fundamentalmente, vas a encontrar cinco clases.
Si estás interesado en participar como donante o impulsar una iniciativa de micromecenazgo, existen dos puntos de partida altamente interesantes. Te recomendamos revisar ambos.
¿Qué te parece el crowdfunding? Ahora que lo conoces, ¿piensas que puede ser la solución de financiación que necesitas? Es una buena elección si tu proyecto es atractivo y realista, los recursos necesarios razonables y puede arrastrar contigo a la comunidad.
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