La vida está llena de circunstancias inesperadas. Es muy difícil saber qué nos deparará el día de mañana, no hace falta alzar la vista a dentro de cinco años, los imprevistos pueden llegar en cualquier momento, ya sea en unas horas o meses. Y si hablamos de imprevistos, algunos de ellos involucran gastos: visitas al dentista, arreglos del coche, subida de las facturas o quien sabe… ¡Incluso la compra de una vivienda! Para hacer frente a estos gastos de última hora y que no nos descuadren nuestro presupuesto mensual, nunca viene mal tener un buen colchón (figuradamente hablando).
¿Sabías que el 23% de los españoles no ahorra nada? ¿Eres uno de ellos, pero quieres comenzar a ahorrar de manera eficiente y fácil? En este post te damos todas las claves para que aprendas a crear tu propio colchón financiero. El ahorro puede ayudarte a visualizar un futuro más tranquilo en el que llegar a fin de mes no suponga una preocupación constante y en el que si aparecen gastos extra no tengas que recortar de un lado y otro. ¿Estás listo para enfrentar estos gastos repentinos? ¡Te contamos!
Nuestros abuelos eran bien conocidos por guardar sus ahorros debajo del colchón, una práctica no muy recomendable que te contamos con anterioridad en nuestra entrada de blog “¿es buena idea tener dinero debajo del colchón?”. Un dinero que tener a mano para, en caso de emergencia, acudir a él.
Haz tu simulación: Descubre el plan de ahorro ideal para tu futuro.
Esta práctica fue el origen del término “colchón financiero», un concepto que hace referencia al ahorro de dinero para hacer frente a imprevistos o contratiempos sin la necesidad de endeudarnos o tener que hacer malabares con nuestro presupuesto.
El colchón financiero no tiene como objetivo ahorrar para determinados gastos como puede ser una viaje planificado, eso es más “ahorro planificado” del que puedes leer más sobre él en nuestro artículo “qué es el ahorro y tipos”. El colchón financiero tiene como objetivo principal que gastos como una avería del coche, gastos médicos o una situación de desempleo no nos provoquen un endeudamiento personal.
Ahora sí, ¿estás listo para aprender a crear tu propio colchón financiero?, vamos con algunos consejos:
Lo primero que debes hacer es calcular tus gastos y contrastarlos con tus ingresos.
Coge papel y boli y anota tus gastos fijos y variables (alimentación, transporte, vivienda, etc.). Ten en cuenta los gastos de al menos dos meses, ya que la cantidad de gastos de un mes a otro puede variar. De esta forma, conseguirás crear una visión global de tu gasto medio.
Este contraste entre gastos e ingresos te permitirá averiguar cuál es tu margen de ahorro y así poder establecer metas que te ayuden a ahorrar.
Una vez hayas calculado cuánto dinero destinarás mensualmente a tu colchón financiero, te aconsejamos que incluyas esa cantidad como uno más de tus gastos fijos mensuales.
Si tienes deudas activas con entidades financieras, amigos o familiares, te aconsejamos que las liquides lo antes posible. Haciendo esto reducirás el porcentaje de dinero de tus gastos y podrás destinar una mayor cantidad a gastos personales o al ahorro.
Existe una técnica de ahorro conocida como el método 50/20/30, que te permite administrar tus ingresos en tres categorías: gastos básicos, ahorro y gastos personales.
Si tus gastos no alcanzan el 50% de tus ingresos, siempre podrás destinar esa diferencia al ahorro.
Al igual que con los gastos básicos, si no has gastado este porcentaje en su totalidad, destínalo a tu parte de ahorro.
Para asegurarte la cantidad mensual que has decidido destinar a tu colchón financiero, te aconsejamos que automatices un movimiento mensual de tu cuenta bancaria principal a la cuenta donde destinar este ahorro.
De esta forma no te verás tentado a gastar ese porcentaje y solo podrás gastar lo que dispongas en tu cuenta principal.
Si perdieras tu principal fuente de ingresos, ¿cuánto tiempo podrías hacer frente a tus gastos? Esta es una de las principales preguntas que deberías plantearte a la hora de comenzar a crear tu colchón financiero. Aun así, lo recomendable es que este debería cubrir entre tres a seis meses de tus gastos habituales.
Pongamos un ejemplo, si tu media de gastos mensuales es de 1.000 euros, deberías tener una cantidad entre 3.000 y 6.000 euros. Esto también depende del tiempo que tú consideres que quieres permanecer tranquilo en caso de cualquier imprevisto que pueda surgir.
Al final, debe ser una cantidad de dinero que te haga sentir cómodo. Si puedes destinar una mayor cantidad, ¡hazlo! Adáptalo a tu ritmo de vida y a tus posibilidades.
Te aconsejamos que evites lo que hacían nuestros mayores de guardar ese fondo “bajo el colchón”. Así evitarás las tentaciones de echar mano de ese dinero en caso de una necesidad inmediata.
La mejor opción es que destines tus ahorros para imprevistos a una cuenta de ahorro con disponibilidad inmediata. Otro consejo que podemos darte es que se trate de una cuenta diferenciada de tus demás cuentas bancarias. Solo debe tener como objetivo el ahorro para imprevistos.
Aunque el ahorro puede parecer complicado, con estos sencillos pasos serás capaz de planificar tu propio colchón financiero y convertirlo en un hábito de ahorro.
Pero debes tener claro que el colchón financiero es dinero destinado a cubrir emergencias e imprevistos. Es fundamental planificar y poner en marcha un fondo de emergencia que te permita estar tranquilo y potenciar tu libertad financiera.
En ocasiones, la edad puede ser un obstáculo para encontrar trabajo. Para ayudar a la…
Cuidar a un familiar en una situación de dependencia, es un trabajo que requiere tiempo…
El sistema de pensiones en España es uno de los pilares de nuestro Estado del…
La necesidad de un objeto que te permita transportar consigo objetos personales, entre ellos el…
El aumento de precios afecta a tu bolsillo y la inflación se ha convertido en…
La jubilación es una época que ofrece muchas oportunidades a todas aquellas personas que se…