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El valor liquidativo es un concepto básico dentro del mundo de los fondos de inversión. Se trata del indicador que nos muestra el estado de nuestra inversión. Conviene, por tanto, vigilarlo en caso de que formemos parte de uno de estos instrumentos y también saber responder algunas preguntas: ¿a qué hace referencia exactamente?, ¿cómo se calcula?… Vamos con las respuestas.
¿Qué es el valor liquidativo?
Los fondos realizan compras de diversos activos, como acciones o bonos. Todo esto forma parte de su patrimonio. Después los clientes (particulares, empresas, etcétera) efectúan sus inversiones comprando porciones del patrimonio. Esto se hace dividiéndolo en participaciones, que son las que adquieren quienes invierten en el fondo.
Estas participaciones tienen un valor, que es el valor liquidativo.
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Hay que tener en cuenta que el nombre del concepto lleva explícito el hecho de la liquidación; por tanto, viene a decirnos qué es lo que vale cada participación en el momento en que queremos liquidarla.
La definición hace intuir que este precio va variando según una serie de circunstancias. El valor liquidativo de hoy pueden ser 10 euros, pero pueden ocurrir circunstancias que hagan que mañana ese precio aumente, pero también disminuya. Es, por tanto, una cuestión que hay que tener clara a la hora de invertir en un fondo: el riesgo.
¿Cómo se calcula el valor liquidativo?
El precio de las participaciones varía según lo hace el patrimonio del fondo. Sabemos que en los mercados, los precios de las acciones cambian. Si nuestro fondo ha invertido en ellas, es lógico que también lo haga su patrimonio.
El valor liquidativo se calcula, por tanto, según la siguiente fórmula:
Valor Liquidativo (VL) = Patrimonio Neto (PN) / Número de participaciones en circulación (PC)
Son las gestoras de los fondos las que se encargan de elaborar el valor liquidativo y publicarlo. Hay que tener en cuenta que en el valor final están descontados los gastos por comisiones.
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Pongamos un ejemplo:
Imaginemos que un fondo tiene una cartera de inversión en bonos de renta fija por valor de 100 millones de euros y una cartera de inversión en bonos de renta variable de 500 millones de euros. Estos resultados se han conseguido gracias a las inversiones de unos partícipes que se reparten 500.000 acciones.
VL = (100.000.000 + 500.000.000) / 500.000 = 1.200 euros
El valor liquidativo de nuestro fondo imaginario será de 1.200 euros.
Algunas cuestiones legales
En España, la determinación del valor liquidativo está regulada en la Ley 35/2003 de Instituciones de Inversión Colectiva y la Circular 6/2008 de 26 de noviembre de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Como ya se ha indicado, el valor liquidativo que calculan diariamente las gestoras debe tener ya descontados los gastos.
También hay que tener en cuenta una excepción importante en la obligación de cálculo diario: el funcionamiento propio de los mercados. En las bolsas y mercados existen días que no son hábiles y que afectan a la cotización de los activos de un fondo. Según consta en la norma, la gestora no calculará el valor liquidativo si no hay mercado ese día para más del 5% del patrimonio.
El valor liquidativo como determinante de la rentabilidad de un fondo
¿Cómo está yendo nuestra inversión? Eso es lo que nos preguntamos al entrar en un fondo. La respuesta la tiene la evolución del valor liquidativo de este instrumento. Hay que tener en cuenta que esa rentabilidad puede ser positiva o negativa. Depende de si entramos, por ejemplo, comprando títulos del fondo a 10 euros y estos, cuando observamos la última medida, están por encima o por debajo de ese precio.
En este punto debemos quedarnos con dos conceptos: el valor liquidativo final (es el valor del día en el que procedemos a realizar el cálculo de la rentabilidad) y el valor liquidativo inicial (el valor al que entramos en el fondo). La fórmula para hallar el porcentaje de rentabilidad es la siguiente:
Rentabilidad (en %) = [(Valor liquidativo final – Valor liquidativo inicial) / Valor liquidativo inicial] x 100
Para poder comparar con las rentabilidades de otros fondos, debemos de tener en cuenta el tiempo. Si, por ejemplo, medimos un 30 de agosto de 2017 la rentabilidad de un fondo en el que entramos el 25 de julio de 2015, estamos midiendo algo más de dos años.
Normalmente los folletos de los fondos suelen traer cálculos anualizados o en periodos más largos y cortos entre fechas concretas. Por tanto, conviene tener esto en cuenta para poder comparar comportamientos en un periodo igual.
Diferencia entre valor liquidativo y cotización de una acción
Como se ha visto, el comportamiento del valor liquidativo recuerda mucho al de una acción. Se parecen, sí, pero no son lo mismo.
La principal diferencia tiene que ver con la velocidad en que varía el precio. Las acciones cotizan en un mercado regulado que se mueve al segundo. En porciones muy pequeñas de tiempo, los precios van cambiando según los movimientos de ventas y compras y otros muchos factores que influyen.
En cambio, el valor liquidativo varía su precio diariamente (siempre que los activos en los que invierte estén cotizando) y se calcula a cierre de mercado.
Hay otra diferencia sustancial: el número de participaciones. En una empresa está fijado, y para cambiarlo se debe proceder a aplicar un instrumento llamado ampliación de capital. También se pueden emitir en el mercado nuevas acciones o eliminarlas tras una recompra.
En un fondo de inversiones, las participaciones no son fijas. La compraventa de estas determina su número.
En este último caso hay que hacer una importante aclaración: el hecho de que aumenten o disminuyan las participaciones no afecta al valor liquidativo. No lo hace, porque un aumento o disminución provoca un aumento o disminución en la misma proporción del patrimonio. Por tanto, si en la fórmula patrimonio / participaciones = valor liquidativo, cambian de igual manera numerador y denominador, esto no lastra o mejora el resultado de ninguna manera.
